El río Santa Catarina es un cauce natural emblemático de Nuevo León, ya que atraviesa parte del área metropolitana de Monterrey e incluso ha sido escenario de eventos históricos.
Durante la primera visita del Papa Juan Pablo II a Monterrey, la congregación religiosa se realizó precisamente en este embalse natural.
Fue el 31 de enero de 1979 cuando Karol Wojtyla estuvo en la Sultana del Norte.
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Desde el Puente San Luisito, el sumo pontífice de la iglesia católica ofreció una misa para miles de personas.
En su mensaje brindado a los presentes, Juan Pablo II habló de la unión, la hermandad y el amor al prójimo, pero también le hizo referencia a los obreros de la ciudad, reconociendo su esfuerzo y sacrificio. También llamó a los empresarios para brindar mejores condiciones a sus trabajadores.
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Uno de los momentos más memorables del evento fue cuando un obrero de Fundidora logró acercarse entre la comitiva y llegó al puente, en donde le dio un casco de la empresa al Papa, quien no dudo en ponérselo y posar sonriente para la fotografía del recuerdo.
Al terminar la misa, el líder de la iglesia católica partió rumbo al aeropuerto para continuar su viaje, pero este momento quedó grabado en la memoria colectiva de los regiomontanos.
El baile de Rigo Tovar
Otro evento que marcó la historia del río Santa Catarina es el baile masivo que hizo Rigo Tovar el 21 de octubre de 1981, el cual se dice, tuvo mayor concurrencia que la visita papal.
Y es que al casarse con una regiomontana, el cantante originario de Matamoros, Tamaulipas, consideraba a Monterrey su segundo hogar, por lo que a petición de una radiodifusora local convocó a una presentación gratuita a la que se dice, asistieron alrededor de 500 mil personas.
Considerado como el precursor de la música grupera y tropical, Rigo Tovar marcó toda una época y en la década de los 80's se convirtió en el fenómeno del momento, por lo que el concierto en el lecho del río también es recordado por muchos.
De esta manera el río Santa Catarina ha sido fiel testigo de la historia de Monterrey, no solo de las tragedias que han marcado las inundaciones si no los grandes eventos religiosos y musicales, que en su momento fueron motivo de júbilo para los asistentes.