HISTORIA

Descubre la historia de un oso que se volvió popular por tomar cerveza en Nuevo León

Incluso los camiones de pasajeros que viajaban por la carretera se detenían unos minutos para tomarse una foto con el icónico animal.

El oso del Álamos era famoso en los años 40.
El oso del Álamos era famoso en los años 40.Créditos: Facebook: Nostalgia Monterrey / Monterrey Antiguo
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En la década de 1940 un restaurante ubicado en Santiago, Nuevo León, se hizo famoso por un peculiar motivo: exhibía a un oso que tomaba cerveza y coca cola. 

Durante muchos años, el restaurante El Álamo, propiedad de Alfonso Salazar, se convirtió en un importante punto de reunión al que los regiomontanos acudían a convivir y divertirse cada fin de semana. 

El origen del restaurante

De acuerdo con los registros históricos en 1930 Salazar compró un terreno junto a la carretera nacional, en la Congregación San Pedro de los Salazar, en Santiago, Nuevo León. Este restaurante estaba al lado de un álamo, un árbol grande y frondoso, el cual era un punto de referencia para todos los que visitaban la zona y con el paso de los años fue así como los lugareños se referían al establecimiento, como “El Álamo”. 

El negocio poco a poco fue creciendo y hasta llegó a tener una gasolinera, panadería, carnicería, molienda de caña, mueblería, un balneario, terraza para eventos sociales y paseos en caballos, y su principal atracción: un pequeño zoológico en el que habitaba un oso negro que sabía tomar coca cola y cerveza y que era conocido como el oso del Álamo.

Rápidamente se corrió la voz de esta atracción turística tan poco común, y al poco tiempo incluso los camiones de pasajeros que viajaban por la carretera se detenían unos minutos para tomarse una foto con el icónico animal que fue bautizado con el nombre de “Chicho”. 

El oso era delgado y de unos 130 cm de largo que pesaba entre 100 y 120 kilos. Los trabajadores del restaurante de aquella época cuentan que “Chicho” escapó en una ocasión rumbo a la sierra de Santiago, su hábitat natural, y a pesar de que lo buscaron por semanas no lo encontraron. 

Sin embargo, cuando ya habían perdido la esperanza de encontrarlo, el oso regresó por su propia cuenta. 

Aunque en ese entonces el comportamiento del oso era tomado con gracia, actualmente hay muchas personas que consideran que pudo haberse tratado de un caso de maltrato animal, por las leyes que hoy en día protegen la integridad de todas las especies y que en esos años no existían.  

Además del zoológico, este sitio se llenaba de turistas por otras amenidades que ofrecía, como el balneario, y quienes llegaron a visitarlo coinciden en que era un sitio muy completo para relajarse y conectar con la naturaleza. 

¿Qué pasó con el lugar?

Actualmente no existen muchos registros de lo que pasó con los animales, pero se sabe que en 1990, comenzó el declive del restaurante y de todos los negocios aledaños, pues un huracán arrasó con las instalaciones del lugar, que se encontraba cerca del río. 

Algunos terrenos, como el balneario, fueron vendidos a particulares y actualmente lucen abandonados. 

Ahora, las fotografías son el único testimonio de lo que un día fue este lugar.