El senador de Movimiento Ciudadano, Luis Donaldo Colosio Riojas, fue agredido durante una protesta en las inmediaciones del Senado de la República en Paseo de la Reforma. Durante los disturbios, un manifestante le arrojó gasolina en los ojos, según informó el propio legislador.
La agresión ocurrió tras un portazo protagonizado por trabajadores del Poder Judicial, quienes irrumpieron en el recinto como parte de las protestas en contra de la reforma judicial. El presidente de la Mesa Directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, condenó el ataque y solicitó a las autoridades garantizar la seguridad de los legisladores.
"Esta presidencia condena este tipo de eventos y le pide a las autoridades competentes que resguarden el recinto y garanticen adecuadamente la seguridad de las y los senadores", declaró Fernández Noroña al leer el informe enviado por Colosio.
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El incidente ocurrió en medio de las discusiones sobre la reforma judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Los manifestantes, en su mayoría trabajadores del Poder Judicial, irrumpieron en el Senado, obligando a un receso indefinido y provocando que las y los senadores se trasladaran a la Vieja Casona de Xicoténcatl, donde se reinició la sesión del Pleno.
Luis Donaldo Colosio transmitió en vivo parte de las protestas y mostró su respaldo al derecho de los manifestantes a expresar su inconformidad. Sin embargo, señaló que la violencia no era la vía correcta.
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"A la persona que lo hizo, que Dios te bendiga, pero así no son las cosas", dijo el senador tras ser agredido.
Colosio, hijo del excandidato presidencial asesinado en 1994, informó que a pesar del ataque, se encontraba bien y pudo continuar con sus labores.
"Afortunadamente Dios me dio dos ojos, entonces estoy bien", declaró el legislador.
Demanda por mayor seguridad
La agresión a Colosio ha generado preocupación por la seguridad de los senadores en el recinto legislativo. Fernández Noroña pidió que las autoridades refuercen el resguardo del Senado para evitar este tipo de ataques y garantizar la integridad de los legisladores durante futuras sesiones.
La sesión, que había sido interrumpida por las manifestaciones, se retomó en la nueva sede en Xicoténcatl, donde continuó el debate sobre la controversial reforma judicial, la cual ha generado fuertes reacciones en diversos sectores de la sociedad.