Una familia regiomontana sufrió un trágico accidente durante un paseo en el Pueblo Mágico de Real de Catorce, resultando en dos personas fallecidas y cinco lesionados.
El incidente ocurrió cuando un vehículo tipo Jeep, en el que viajaba la familia, cayó a un barranco conocido como El Socavón de La Purísima. En el accidente, murieron un hombre de 50 años y una niña de 6.
Los lesionados fueron trasladados durante la madrugada de este martes al Hospital 21 del Seguro Social en Monterrey; los cuerpos de las personas fallecidas también serán trasladados de San Luis Potosí a Monterrey.
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Marifer Melacio, una turista que presenció el accidente, relató los hechos a través de redes sociales, comentando que pese al los hechos, los organizadores del viaje no quisieron detener su marcha para ayudar a los heridos.
"Hoy lunes 5 de agosto tuvimos la desgracia de dar un paseo en las famosas 'Willys' del Real de Catorce. Primero, las camionetas en pésimas condiciones, y hasta ahí bien. Llevábamos menos de 10 minutos en el camino cuando vimos a dos adultos pidiendo ayuda, estaban llenos de sangre y con huesos rotos, gritaban pidiendo ayuda porque su camioneta particular se había ido al barranco y había personas aún adentro", narró.
Melacio intentó que el conductor de su vehículo se detuviera para ayudar, pero este se negó, argumentando que no podía hacer nada y continuó hacia la primera parada, a pocos metros de donde ocurrió el accidente.
"Estando ahí, vimos a una mujer y su pequeña niña en las peores condiciones. Las personas que estuvimos ahí ayudamos con lo que podíamos hasta que llegó la ayuda," añadió.
Melacio también destacó la actitud del conductor, quien minimizó la situación y culpó a las personas heridas por no utilizar el vehículo adecuado.
"Todos pedimos cancelar el paseo por temor a que nos pasara algo similar, pero el conductor no quiso regresarse," expresó.
Melacio finalizó su testimonio mencionando que, al regresar al lugar donde rentaron la 'Willy', la dueña del negocio estaba informando a una familia que el paseo se reprogramaría debido a unas piedras caídas, omitiendo el accidente.
"Nos pidieron borrar fotos y videos del día de hoy, ya que no les convenía que ese 'atractivo' lo prohibieran. Los trabajadores solo decían que no había que dejar pruebas para que los turistas no se alarmaran", contó.