A menos de tres horas de la ciudad de Monterrey se esconde un misterioso pozo rodeado de la diversa vegetación que ofrece el estado de Nuevo León.
Se trata del Pozo del Gavilán ubicado en el municipio de Galeana, específicamente en el Ejido La Laguna.
Lo que le distingue a este cenote es que cuenta con una abertura de 67 metros de diámetro y 82 de profundidad donde desde las alturas se puede observar el color azul turquesa del agua de su estanque, que tiene más de 30 metros de hondo
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En este municipio existen varias teorías de cómo nació este cenote, una de ellas detalla que se hizo un pequeño pozo en la tierra y con el paso de los años se fue abriendo hasta llegar a su diámetro actual.
Otra de las teorías, se dice que las aguas de este lugar se conectan con la laguna de Labradores que se ubica a unos cuantos kilómetros del cenote.
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Mientras que otros, mencionan que es un centro de gravedad con actividad paranormal, ya que se han observado objetos voladores no identificados sobrevolando la zona.
¿Cómo llegar?
Para llegar al municipio de Galeana desde Monterrey deberás dirígete hacia el sur por la Carretera Nacional (México 85).
Para ello, puedes acceder a la Carretera Nacional desde diferentes puntos de Monterrey, como Avenida Constitución o Avenida Morones Prieto, dependiendo de tu ubicación inicial en la ciudad.
Sigue por la Carretera Nacional hacia el sur, tendrás que pasar los municipios de Santiago, Allende, Montemorelos hasta llegar a Linares.
Una vez en Linares, Nuevo León tomarás la ruta Linares - Matehuala- carretera México 58 hacia Carretera a 18 de Marzo en Tapias dónde finalmente llegarás a Galeana, Nuevo León.
¿Qué es un cenote?
Un cenote es un pozo de agua dulce y profunda que se forma cuando una caverna colapsa debido a la erosión.
Los cenotes se alimentan de la lluvia filtrada y de las corrientes de los ríos que nacen en el interior de la tierra por lo que el agua se disuelve a través del suelo, formando cavernas que pueden estar parcial o totalmente inundadas.
El proceso de formación de los cenotes puede durar hasta cientos de miles de años.