Nuevo León finalmente tiene agua en las presas después de un largo periodo de sequía, pero el líquido aún no es apto para consumo humano.
En días recientes, las autoridades han exhortado a los ciudadanos a no utilizar el agua del grifo para consumo humano, solo para labores de limpieza y aseo personal.
Esto se debe a que la turbiedad del líquido no lo hace apto para el consumo humano, de acuerdo con los parámetros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Norma Oficial Mexicana.
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¿Cuál es el estándar de calidad de agua de la OMS?
La turbidez se mide en Unidades Nefelométricas de Turbidez (UNF o NTU, por sus siglas en inglés) y según la OMS, la turbidez del agua para consumo humano no debe superar en ningún caso las 5 NTU, y estará idealmente por debajo de 1 NTU.
Se entiende por turbidez o turbiedad al grado de transparencia que pierde el agua por la presencia de partículas en suspensión. Cuanto mayor sea la cantidad de sólidos suspendidos en el líquido, mayor será el grado de turbidez.
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La Norma Oficial Mexicana - NOM-127-SSA1-2021 establece que el límite permisible para turbiedad será de 3 UNT.
El pasado 25 de junio, el titular de Agua y Drenaje de Monterrey, Juan Ignacio Barragán, informó que la presa La Boca presentaba un nivel de turbidez de 208 UNT y la presa el Cuchillo 155 UNT, muy por encima de la norma por lo que pedían a la población abstenerse de consumir el líquido.
Las autoridades explicaron que las partículas suspendidas y disueltas deben asentarse para que el líquido pueda ser filtrado y tratado para el consumo humano y que esto es un proceso natural y no puede acelerarse.