La Dirección de Servicio Social y Prácticas Profesionales de la UANL cumplió 50 años de brindar apoyo solidario y conocimiento especializado a las comunidades del estado.
Formar estudiantes con sentido de responsabilidad social es una visión que la Universidad Autónoma de Nuevo León institucionalizó en 1974, año en que se incorporó a su estructura la Dirección de Servicio Social y Prácticas Profesionales (DSSYPP).
Tras la aprobación del reglamento interno por el H. Consejo Universitario, la Máxima Casa de Estudios del Estado abrió paso a esta dependencia en la que han participado más de 500 mil estudiantes en su medio siglo de historia.
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“A lo largo de estos años hemos sido testigos de innumerables cambios y avances en nuestra institución y la Dirección de Servicio Social y Prácticas Profesionales ha sido un pilar fundamental en nuestro compromiso para formar profesionales integrales, comprometidos y conscientes de su entorno social”, aseguró el rector de la UANL, Santos Guzmán López.
Aunque desde su origen la Universidad mantiene un sentido de responsabilidad con la sociedad, fue hasta mediados de los setenta que se formalizó la creación del servicio social.
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Esta acción dio paso al departamento en el que se establecieron los objetivos, normas y procedimientos para el servicio social, adquiriendo figura jurídica dentro de la estructura universitaria.
“Yo quisiera agradecer y felicitar a todos aquellos y aquellas que han hecho posible que la dirección llegue a 50 años, pero también agradecer a nuestros estudiantes que con dedicación y esfuerzo han llevado en alto el nombre de la Universidad Autónoma de Nuevo León y han dejado una huella positiva como prestadores del servicio social”, señaló el ejecutivo universitario en un evento conmemorativo.
De 1974 a 2023, un total de 516 mil 413 estudiantes ha realizado su servicio social en la UANL. Además, desde 2004, alrededor de 7 mil estudiantes realizan cada año sus prácticas profesionales en una de las 4 mil 200 empresas con las que la Universidad tiene convenios.
“Esto es un ejemplo de que la Universidad es pertinente, que la Universidad tiene impacto social y que la Universidad es un referente en la formación del recurso humano”, precisó Santos Guzmán.
El Grupo de los 17, pioneros en el Estado
La actividad del servicio social en México data de los años treinta, época en que se celebró el primer convenio entre el Departamento de Salud Pública y la Universidad Nacional de México, en concordancia con el Plan Integral del Gobierno de la República, con lo que se estableció un plan de salud que daba prioridad a las comunidades rurales.
Fue en 1939 cuando la Universidad de Nuevo León instauró el servicio social por iniciativa del entonces director de la Escuela de Medicina, Jesús García Segura, formando la primera brigada con 17 pasantes de medicina conocidos como “El Grupo de los 17”.
Como pioneros del servicio social en Nuevo León, el Grupo de los 17 brindó servicios de medicina preventiva en 25 municipios rurales del estado, además de Monterrey, para atender problemas de salud como el paludismo, la lepra, la tifoidea y la tuberculosis.
Para 1946, la Universidad, a través de sus facultades y preparatorias, generaba actividades de servicio social de forma espontánea. Y para 1974 se institucionalizaron dichas prácticas de responsabilidad social.
“En la actualidad, con orgullo y satisfacción, el personal de servicio social y prácticas profesionales sigue trabajando en beneficio de los estudiantes de nuestra alma máter y de la sociedad en su conjunto, procesando al año aproximadamente 28 mil alumnos y contribuyendo a la formación integral de nuestro estudiantado”, explicó el director de SSYPP, Javier Sepúlveda Ponce.
“Gracias a la Dirección de Servicio Social y Prácticas Profesionales los estudiantes salen de la Universidad preparados para enfrentar el mundo laboral y con una proyección de ayuda solidaria a su comunidad”, agregó.
A través de esta actividad, hoy de carácter obligatorio, los estudiantes contribuyen socialmente poniendo en práctica valores como la ética, la honestidad, el respeto y la solidaridad en organizaciones civiles, entidades gubernamentales e instituciones privadas.