Tormentas, ciclones y huracanes comparten similitudes y se clasifican principalmente según la intensidad de sus vientos y el potencial destructivo que pueden alcanzar.
Es fundamental entender que existen diversos términos utilizados para describir los fenómenos meteorológicos. Por ejemplo, una onda tropical se define como una "depresión invertida" que se desplaza de este a oeste a través de los trópicos, según el Servicio Nacional del Clima.
Además, las perturbaciones tropicales son sistemas meteorológicos tropicales que varían en diámetro entre 160 y 482 kilómetros y pueden o no estar asociados con una perturbación detectable en el campo de vientos, según la misma agencia.
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Tormentas tropicales
Según la Agencia Nacional del Clima, es un sistema de baja presión que se forma sobre aguas tropicales, a veces subtropicales, con una circulación de viento cerrada alrededor de un centro bien definido. Por otro lado, una tormenta tropical se caracteriza por tener vientos que oscilan entre 62 km/h y 117 km/h, siendo un paso previo al desarrollo de un huracán, cuya intensidad se determina por la velocidad de los vientos y la consiguiente capacidad destructiva.
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Entre 1970 y 2010, el Océano Atlántico, Mar Caribe y Golfo de México experimentaron 11 tormentas tropicales, de las cuales 6 evolucionaron a huracanes, según datos del Servicio Nacional del Clima (SNC). Las tormentas tropicales pueden ser extremadamente devastadoras, con lluvias torrenciales y condiciones severas como tornados, que pueden resultar en daños extensos y pérdidas humanas significativas.
Las autoridades estadounidenses emiten avisos de tormenta tropical cuando se anticipan vientos entre 61 y 117 km/h en alguna parte del área costera especificada, dentro de las 36 horas siguientes, asociados con un ciclón tropical, subtropical o post-tropical, según NOAA.
Huracanes o ciclones tropicales
Los huracanes, también conocidos como ciclones tropicales, son fenómenos meteorológicos extremadamente poderosos y destructivos que se forman sobre aguas cálidas de los océanos Atlántico y Pacífico.
Estos sistemas de baja presión se caracterizan por tener una circulación de vientos cerrada y bien definida alrededor de un centro, conocido como "ojo". La temperatura del agua del mar debe ser superior a los 26ºC para proporcionar la energía necesaria que alimenta el huracán, a través de la evaporación y la convección.
Según la NASA, los huracanes pueden alcanzar diámetros que varían desde los 96 hasta los 1600 kilómetros. Durante su vida, que puede extenderse varios días y recorrer miles de kilómetros, los huracanes juegan un papel crucial en la transferencia de calor desde la superficie del mar hasta las capas superiores de la atmósfera tropical. Esta transferencia de calor es esencial para mantener la circulación global del clima y el equilibrio energético en la Tierra.
Cuando un huracán se desplaza sobre tierra firme, su intensidad tiende a disminuir gradualmente porque ya no puede obtener el calor y la humedad del océano. Sin embargo, los vientos que lo acompañan, que pueden superar los 250 km/h en los huracanes más fuertes, y las copiosas lluvias asociadas siguen representando un peligro significativo para las áreas costeras y las regiones interiores.
La clasificación de los huracanes en una escala de categoría de 1 a 5, conocida como la escala Saffir-Simpson, ayuda a determinar el potencial de daño que puede causar un huracán en función de la velocidad de sus vientos.
Clasificación de los Huracanes
Categoría 1: Presenta vientos de entre 119 y 152 kilómetros por hora. Su impacto en tierra es mínimo y puede causar un aumento en la marea de entre 1,21 y 1,52 metros.
Categoría 2: Sus vientos oscilan entre 154 y 177 kilómetros por hora. Provoca daños moderados en tierra y puede elevar la marea entre 1,82 y 2,43 metros.
Categoría 3: Con vientos entre 178 y 209 kilómetros por hora, ocasiona daños extensos en tierra y puede generar un aumento en la marea de entre 2,74 y 3,65 metros.
Categoría 4: Los vientos varían entre 210 y 249 kilómetros por hora. Su impacto en tierra es extremo, con posibilidad de aumentar la marea entre 2,96 y 5,48 metros.
Categoría 5: Presenta vientos de más de 250 kilómetros por hora. Provoca daños catastróficos en tierra y puede elevar la marea en más de 5 metros.