Especialistas de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) advierten sobre el aumento de ciberdelitos durante el mes de febrero, siendo el "catfishing" una de las prácticas más comunes que pueden resultar en perjuicio emocional y económico para sus víctimas.
¿Qué es el catfishing?
El "catfishing" consiste en la suplantación de identidad en línea, especialmente en plataformas de citas, con el objetivo de obtener beneficios económicos o emocionales. Los perpetradores suelen entablar relaciones bajo una falsa identidad y evitar encuentros cara a cara, esto lo indicó Aracohelly Cavazos Ríos, coordinadora del Laboratorio de Ciberprevención de la UANL.
El Modus Operandi del Catfishing
La experta de la Facultad de Derecho y Criminología de la UANL explicó que el método de actuar del perpetrador inicia con el uso de gestos cariñosos o elogios dirigidos a aquellos a quienes identifica como posibles víctimas.
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Generalmente, evita encuentro cara a cara, por lo que busca excusas para no asistir a reuniones o no entablar videollamadas.
"Existe una relación de amor muy rápida. Hablamos de una o dos semanas y conforme se va ganando tal confianza empieza a pedir dinero. Son tips básicos de cómo poder identificar su actuar porque en sí no es normal que las muestras de cariño surjan de la noche a la mañana por alguien que no conoces físicamente”, indicó Cavazos Ríos.
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La experta mencionó que los adolescentes o adultos de menos de 40 años son más propensos a ser estafados mediante este mecanismo.
¿Cómo identificar estafadores?
- Revisar con atención a detalles como la fecha de las fotografías.
- Consultar la actividad en la cuenta y la coherencia del contenido.
- Identificar la evasión de videollamadas o encuentros en persona.
Repercusiones legales
Aunque el término "catfishing" no está contemplado específicamente en el Código Penal, Cavazos Ríos enfatiza que los delitos relacionados con esta práctica pueden conllevar penas de cárcel, dependiendo de la gravedad y el alcance de la estafa.
En términos de fraude, las condenas pueden oscilar entre seis meses y 12 años, dependiendo en gran medida del monto o la cantidad involucrada.
Por otro lado, en casos de suplantación de identidad, las penas pueden variar de 3 a 8 años, mientras que si se emplean dispositivos electrónicos para cometer el fraude, las penas pueden ser mayores.
En cuanto al acoso, las condenas pueden ir de 2 a 4 años de prisión.