El inesperado fallecimiento de Verónica Cantú ha consternado a la comunidad regiomontana, dejando un vacío en el corazón de quienes la conocieron y admiraron.
Su presencia en la televisión y la radio marcó una época, y su legado perdurará en la memoria colectiva de Monterrey.
Nacida el 3 de mayo de 1978 en Monterrey, Verónica inició su carrera en los medios de comunicación en el Canal 53 de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
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Su trayectoria como conductora se consolidó al unirse al Grupo Multimedios, donde presentó programas icónicos como “Las 10 de Teleritmo” y “Pídela Bailando”.
Su carisma y talento la hicieron querida por el público, ganando reconocimiento y afecto.
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Además de su éxito televisivo, Cantú también destacó como locutora de radio en “La Más Buena 105.3”, una de las estaciones más populares del norte del país.
Tiempo después, decidió alejarse de los medios para enfocarse en su familia y dedicarse a la docencia en la Facultad de Contaduría Pública y Administración (FACPyA) de la UANL, demostrando su compromiso con las nuevas generaciones.
Verónica Cantú dejó un legado lleno de amor y gratitud, construido sobre el profundo vínculo que tenía con su familia, su esposo y dos hijos, un adolescente de 15 años y una niña de 7 años de edad.
A pesar de su retiro de los medios, mantenía una conexión constante con sus seguidores a través de Instagram, donde compartía momentos familiares y personales, transmitiendo siempre un mensaje de esperanza y aprecio por la vida.