A pesar de la escasez de precipitaciones en un invierno particularmente seco, las principales presas de Nuevo León se mantienen en niveles óptimos de almacenamiento, esto de acuerdo al último informe de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) publicado el 23 de diciembre.
La presa La Boca, ubicada en el municipio de Santiago, reportó un nivel de llenado del 95.32 por ciento de su capacidad máxima de almacenamiento para invierno (NAMO), equivalente a 37.64 millones de metros cúbicos.
Aunque este porcentaje refleja una ligera disminución respecto al 95.68 por ciento registrado el 15 de diciembre, la reducción semanal fue apenas de 0.36 millones de metros cúbicos.
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Por su parte, la presa Cerro Prieto, en Linares, también presentó un leve descenso en su capacidad, pasando del 116.78 por ciento registrado la semana anterior al 116.67 por ciento, lo que representa una disminución de 0.11 millones de metros cúbicos.
En contraste, la presa El Cuchillo, ubicada en el municipio de China, mostró un incremento en su nivel de almacenamiento. Del 106.12 por ciento registrado hace una semana, ascendió al 106.60 por ciento, lo que equivale a un aumento de 0.48 millones de metros cúbicos, alcanzando los mil 197.26 millones de metros cúbicos.
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Aunque las lluvias han sido escasas en los últimos días, los niveles actuales de almacenamiento brindan alivio con respecto a la situación hídrica de Nuevo León, sobre todo tras la crisis que ha enfrentado la entidad en años recientes.
Invierno Seco: ¿Qué significa y por qué ocurrirá en Nuevo León?
Nuevo León se prepara para una temporada de otoño e invierno inusualmente seca, según los pronósticos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
De acuerdo con los datos emitidos por la dependencia, se espera que las lluvias en el estado caigan casi un 40 por ciento por debajo del promedio histórico entre noviembre de 2024 y enero de 2025.
Además, se prevé una disminución aún mayor en comparación con el mismo periodo del año pasado, con una caída de casi un 70 por ciento en las precipitaciones.
Después de un verano con lluvias abundantes que ayudaron a recargar presas y mantos freáticos, el estado enfrentará un invierno seco, influenciado por el fenómeno de La Niña.
Este fenómeno, que se caracteriza por un enfriamiento anómalo del Océano Pacífico, se asocia con inviernos secos y la intensificación de las "heladas negras", un fenómeno que ocurre cuando la falta de humedad congela y quema las plantas debido a las bajas temperaturas.