Si alguna vez has sentido que el día pasa más rápido en diciembre, hay una razón detrás de esa sensación. Este 21 de diciembre se celebra el solsticio de invierno, dando inicio oficialmente a la temporada invernal en el hemisferio norte y trayendo consigo el día más corto del año. Pero, ¿qué significa realmente este fenómeno astronómico?
¿Qué es el solsticio de invierno y por qué ocurre?
El solsticio de invierno ocurre cuando el Sol alcanza su punto más bajo en el cielo al mediodía, iluminando al hemisferio norte durante el menor tiempo posible. Durante este día, el Sol atraviesa el trópico de Capricornio, marcando el inicio del invierno en el norte y del verano en el hemisferio sur.
El término "solsticio" proviene del latín y significa "sol quieto", debido a que, durante varios días, el Sol parece mantenerse en la misma posición antes de comenzar su trayecto ascendente nuevamente. Este fenómeno se produce dos veces al año: en junio (solsticio de verano) y en diciembre (solsticio de invierno).
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¿Qué efecto tiene el solsticio en la duración del día?
El 21 de diciembre es conocido por ser el día con menos horas de luz solar en el hemisferio norte. Aunque puede variar ligeramente cada año, el solsticio marca el punto en el que la noche es más larga y el día más corto. A partir de este momento, los días comienzan a alargarse progresivamente hasta el equinoccio de primavera, que ocurre el 20 de marzo.
¿Por qué cambia la fecha del solsticio?
Aunque tradicionalmente el solsticio de invierno se asocia con el 21 de diciembre, la fecha puede oscilar entre el 20 y el 23 de diciembre. Esta variación se debe a la forma en que el calendario gregoriano se ajusta al ciclo solar. Por ejemplo, en el siglo XXI, el solsticio más temprano ocurrirá en 2096, mientras que el más tardío fue en 2003.
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