Este pasado jueves 5 de diciembre de 2024, un usuario de Facebook compartió un encuentro inesperado en el centro de Monterrey.
Paseando por el pasaje Morelos, reconoció a un rostro familiar de su niñez: Elena Gouliakova, la ex entrenadora de patinaje artístico sobre hielo que alguna vez fue una destacada figura en Monterrey. El encuentro, según relató el internauta, fue breve, pero cargado de emoción.
Al llamarla por su nombre, Gouliakova respondió con una negativa rotunda, afirmando que no la reconocía y se presentaba como "empresaria" trabajando en una tienda de ropa, improvisando una válvula de escape para evitar cualquier tipo de conversación.
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"No reconozco! No reconozco! Soy Empresaria! Trabajo en Promoda!", dijo Gouliakov.
¿Quién es Elena Gouliakova?
Elena Gouliakova, fue la patinadora estelar del famoso espectáculo Holiday On Ice, llegó a Monterrey junto con su esposo, el también entrenador Nikolay Suetov, en 1994.
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En los años posteriores, Gouliakova se destacó como entrenadora en prestigiosos clubes de San Pedro y fue la responsable de introducir el patinaje artístico sobre hielo en Nuevo León, donde contribuyó a la fundación de las primeras pistas de hielo y escuelas de patinaje, en conjunto con Eduardo Burguete Ayala, un ícono del deporte en la región.
Durante años, tanto Gouliakova como Suetov se ganaron el respeto y la admiración de la comunidad deportiva regiomontana.
¿Qué le paso a la patinadora Rusa?
Tras años de éxito, una depresión severa y el diagnóstico de esquizofrenia paranoide la dejaron incapaz de continuar con su carrera profesional. Se dice que la separación de su esposo, Nikolay, jugó un papel importante en su deterioro emocional.
Desde 2010, Elena no pudo retomar su vida laboral y, en lugar de continuar con su carrera en el patinaje, terminó viviendo en las calles de Monterrey, sobreviviendo gracias a la caridad de las personas que se cruzan en su camino.
Elena Gouliakova en las calles de Monterrey
El testimonio compartido por el internauta muestra cómo la ex entrenadora ha cambiado físicamente, aunque aún conserva ciertos rasgos que la hicieron reconocible en su momento: sus mejillas rojizas y sus prominentes pómulos destacan en su rostro.
A pesar de las dificultades, el exalumno menciono que sigue siendo una persona amable y empática, siempre dispuesta a interactuar con la gente. Habla español e inglés con fluidez y, si alguien menciona el ruso, le brillan los ojos y responde con un “Privet!” lleno de alegría.
Hoy en día, Elena se encuentra viviendo en condiciones precarias, sin aceptar ningún tipo de ayuda para alojamiento o una posible reentrada al mundo del patinaje artístico.
El usuario de Facebook invita a la comunidad regiomontana a acercarse con empatía y, si es posible, ofrecerle una pequeña ayuda. Elena, aunque rechaza regresar a su antiguo oficio, sigue siendo una persona que busca estar rodeada de gente, compartiendo sonrisas y palabras amables.