El Arco de la Independencia, uno de los monumentos más emblemáticos de Monterrey, está siendo restaurado por parte del Gobierno del Estado, esto como búsqueda preservar su legado histórico.
Este monumento, erigido en conmemoración del Centenario de la Independencia de México, es un símbolo arquitectónico que preserva más de un siglo de historia. A continuación, te contamos sobre su inauguración y detalles sobre su restauración.
Orígenes y diseño del Arco
La construcción del Arco de la Independencia fue ordenada en 1910 en el marco de las celebraciones del primer centenario de la Independencia nacional; en ese entonces el presidente Porfirio Díaz mandó a hacer esculturas con este motivo por todo el país. Su diseño fue encargado al arquitecto Alfred Giles, un inglés radicado en Texas, mientras que la construcción estuvo a cargo del regiomontano Pedro Cabral.
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Ubicado en el cruce de las avenidas Unión (hoy Calzada Madero) y Progreso (actualmente Pino Suárez), el arco fue elaborado con cantera rosa proveniente de San Luis Potosí y se inauguró el 16 de septiembre de 1910.
El Arco, de 20 por 20 metros, está cargado de simbolismos. En la parte superior, dos águilas devorando serpientes representan el escudo nacional. En la cúspide del arco, una figura femenina personifica la libertad: en su mano izquierda sostiene una bola negra con cadenas, simbolizando la ruptura de México con España, mientras que en la derecha porta una corona española, también encadenada, como un signo de la independencia total.
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En la base del monumento, cuatro placas de mármol blanco contienen dedicatorias a los héroes de la Independencia, como Miguel Hidalgo, conocido como el Padre de la Patria.
Restauración del monumento
La restauración del Arco de la Independencia inició este año, bajo la dirección de la empresa especializada Restáurika. El proceso comenzó con un levantamiento fotográfico y geométrico, además de una investigación histórica para contextualizar el monumento en su entorno original.
La intervención incluye actividades específicas para preservar los materiales metálicos y pétreos. Durante este año, se ha trabajado en la limpieza fisicoquímica de los elementos metálicos, la eliminación de corrosión, el ajuste de componentes y la aplicación de capas protectoras.
En etapas futuras, se abordará la restauración de los materiales pétreos, con el objetivo de completar el proyecto entre 2024 y 2025.