El estado de Nuevo León continúa con excelentes niveles de almacenamiento en sus principales presas, según el último informe de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), emitido a las 6:00 horas del 22 de octubre luego de varios días de precipitaciones registradas en la entidad.
La capacidad de algunas de las presas más importantes del estado ha superado los límites establecidos para el manejo ordinario de lluvias, lo que podría significar tanto oportunidades como retos para el manejo del agua en la región.
Presa La Boca:
La presa La Boca, ubicada en el municipio de Santiago, ha alcanzado un 101.94 por ciento de su capacidad, lo que la coloca por encima del Nivel de Aguas Máximas Ordinarias (NAMO).
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Esto indica que las recientes lluvias han sido significativas y que podría ser necesario liberar agua para evitar desbordamientos. La capacidad actual de almacenamiento de la presa es de 38.839 millones de metros cúbicos (Mm³).
Presa Cerro Prieto:
La presa Cerro Prieto, que abastece gran parte del área metropolitana de Monterrey, ha superado también su capacidad, alcanzando el 113.02 por ciento. Con un almacenamiento de 339.063 Mm³, esta presa se encuentra en una situación que requiere un monitoreo constante por parte de las autoridades, ya que un exceso de agua podría generar problemas en las áreas circundantes.
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Presa El Cuchillo:
La presa El Cuchillo, una de las más grandes del estado, mantiene un nivel de almacenamiento que rebasa su capacidad máxima, con un 101.56 por ciento y un total de 1140.664 Mm³ de agua.
¿Es peligroso mantener estos niveles de agua en las presas?
El estado de Nuevo León ha experimentado un periodo de lluvias intensas en los últimos meses, lo que ha contribuido a los altos niveles en sus presas. Si bien el almacenamiento adecuado de agua es esencial para el abastecimiento durante temporadas secas, las presas que sobrepasan su capacidad pueden representar riesgos de inundaciones en las áreas cercanas.
Ante esta situación, la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) y las autoridades locales de Protección Civil han mantenido una vigilancia constante de los niveles de las presas y, en caso necesario, podrían implementar medidas como la liberación controlada de agua para evitar mayores complicaciones.
Este tipo de fenómenos también han abierto un debate en torno a la gestión del agua en el estado, considerando la alternancia de sequías severas y periodos de lluvias intensas. Las autoridades han señalado la importancia de seguir con los planes de manejo integral del agua y realizar inversiones en infraestructura para garantizar la seguridad hídrica de la región.