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Gerente de la Casa de Aramberri renuncia a días de apertura: "Abrieron portales en la casa"

Zinnia Lara anunció su renuncia, señalando un cambio en el ambiente del restaurante y la presencia de un ente maligno.

Créditos: Luis Tristán
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La Casa de Aramberri, conocida por su historia y como sede de un doble homicidio en 1933, reabrió sus puertas como restaurante el pasado miércoles 09 de octubre de 2024.

Desde su apertura, el lugar ha atraído a numerosos visitantes, que han formado filas de hasta tres horas para ingresar y experimentar la atmósfera del lugar, considerado uno de los más embrujados de Monterrey. Sin embargo, el inicio del nuevo proyecto no ha estado exento de complicaciones.

Zinnia Lara, quien ocupaba el cargo de gerente, anunció su renuncia a través de su cuenta en X (anteriormente Twitter).

En su mensaje, expresó que el ambiente en la Casa de Aramberri se ha vuelto más oscuro debido a ciertas actividades que, según ella, habrían abierto un portal y permitido la presencia de un ser maligno.

"Abrieron portales en la casa, hay un ente del bajo astral que causa conflicto entre los empleados", escribió, lo que ha llevado a tensiones en el equipo.

Lara, al detallar su experiencia, en sus publicaciones indicó:

 “Ayer hicieron complot contra mí y el dueño me dio la espalda, ahí me di cuenta que la sangre traiciona, por eso no confíen ni en su sombra. A mí energéticamente me consumió”.

La exgerente también reveló que el propietario del restaurante es su hermano, lo que complicó aún más la situación.

En sus publicaciones, lamentó no haber sido valorada en el proyecto, indicando que "prefiero alejarme con todo el dolor porque le había tomado cariño".

Además dijo que a pesar de las críticas, su bienestar personal es primordial: "si no me valoran y aprovechan el talento, es mejor volar".

Además, lanzó una advertencia sobre una posible tragedia en la Casa de Aramberri: “Vi una tragedia que pasará en esa casa, se lo advertí, ya veremos en un mes...”.

A pesar de su renuncia, Lara enfatizó que no desea perjudicar la reputación del negocio, aunque dejó claro que las decisiones del propietario podrían tener consecuencias.

"No seré yo quien lo arruine, serán sus decisiones, se deja llevar por otros y no me escucha", aseveró.