El Penal de Topo Chico, inaugurado en 1943 por el General Bonifacio Salinas Leal en Monterrey, Nuevo León, es un lugar que ha experimentado una transformación notable a lo largo de los años.
Inicialmente destinado a ser una prisión estatal, el imponente recinto sirvió como refugio para aquellos que cometieron delitos durante 76 años, hasta que cerró sus puertas el 1 de octubre de 2019. Sin embargo, en lugar de permanecer en el olvido, este antiguo penal fue reimaginado y renació como un fascinante parque.
El cambio de función del Penal de Topo Chico ha despertado un interés especial entre los amantes de la exploración y las experiencias paranormales.
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Chicos del canal de YouTube Otra dimensión compartieron su experiencia al explorar las instalaciones del ex penal, destacando una sensación de energía densa en el lugar.
El recorrido por las instalaciones ofrece a los visitantes la oportunidad de observar las celdas que alguna vez albergaron a los reclusos.
La distribución de estas celdas revela la jerarquía y el poder de los prisioneros, con aquellos vinculados a grupos delictivos disfrutando de lujos inimaginables en una prisión. La presencia de jacuzzis, televisores y otras comodidades en las celdas de los reclusos conectados a grupos delictivos destaca la disparidad entre los diferentes estratos dentro del penal.
Al pasar al área de comedor, se aprecia como lucían las mesas y el área de cocina, misma que está cubierta por cartón, pues se decía que tenían un problema con las ratas.
En esta misma grabación participa de manera anónima un ex reo, el cual describe su experiencia dentro de este penal.