La ciudad de Monterrey es conocida por ser una de las urbes más grandes y avanzadas de México, entre sus calles se alojan rascacielos y edificios muy importantes e impresionantes, sin embargo, todo tuvo un inicio y la ciudad regiomontana no es la excepción.
La Casa del Campesino, ubicada en la esquina de Abasolo y Mina, en el Barrio Antiguo de Monterrey, es el edificio más antiguo de la ciudad. Fue construida entre 1717 y 1725, y su primer dueño fue Alfonso García Cuello.
A lo largo de su historia, la Casa del Campesino ha tenido diversos usos. Entre 1793 y 1857, se convirtió en el Hospital de Nuestra Señora del Rosario, donde se atendieron las epidemias que se registraron en Nuevo León en el siglo XVII y en la invasión de Estados Unidos.
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En 1909, durante la inundación de la ciudad, la casona sirvió como colegio y refugio. En 1936, el gobierno federal la confiscó y la declaró como Casa del Agrarista, donde los campesinos que viajaban a Monterrey podían realizar trámites administrativos.
Hasta 1993, una parte de la Casa del Campesino se convirtió en la sede de la Confederación Nacional Campesina y otra en el Museo de las Culturas Populares.
La Casa del Campesino está construida con cal, muros de sillar y vigas de madera. Destacan sus ventanales, los techos elevados y un extenso patio con una noria. En algunas partes del lugar se pueden observar el color original de sus muros y algunos murales que probablemente sean de la época del Virreinato.
Esta casa representa una gran joya arquitectónica y cultural de Monterrey. Es un testimonio de la historia de la ciudad y de la cultura del noreste de México.