Después de siete años y nueve meses del feminicidio de María de Jesús James Zamudio, estudiante de ingeniería en petroquímica del Instituto Politécnico Nacional (IPN), agentes de la Policía de Investigación (PDI) detuvieron a Gabriel Eduardo “N”, ex alumno de esta institución, uno de los dos sospechosos del crimen.
Yessenia Zamudio, mamá de Marichuy, como llamaban a la víctima, dijo a MVS Noticias que aún falta por detener al profesor de Julio Iván “R”, quien es buscado con orden de aprehensión.
Marichuy falleció en el hospital 20 de noviembre del ISSSTE; la Fiscalía de Homicidios citó a sus compañeros y el profesor Iván para que declararan en calidad de testigos, pero Gabriel Eduardo es el único que no acudió.
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“Nunca nadie los presentó, llevaron el caso a avenida Jardín y ahí los invitaron a declarar como testigos, fueron casi todos menos Gabriel, él vive en Pánuco, Veracruz y es el principal sospechoso y es el que detuvieron hoy”.
“A él lo detuvieron en planta de Pemex porque se pidió la colaboración estaba trabajando en Campeche, dentro de plataforma”, destacó.
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La larga lucha de Yessenia derivó en que el Ministerio Público reclasificara el delito de homicidio a feminicidio agravado.
En 2022, el IPN ofreció una disculpa pública por carecer de protocolos para atender e inhibir la violencia hacia la mujer.
El sospechoso tenía orden de aprehensión girada por el juez Décimo Noveno Penal de Ciudad de México y su captura se realizó en Ciudad del Carmen, Campeche en instalaciones de Pemex, donde laboraba.
Detectives de la Policía de Investigación (PDI) lo trasladaron a CDMX y lo remitieron al Reclusorio Preventivo Oriente, donde quedó a disposición de la autoridad judicial.
Marichuy fue arrojada la noche del 15 de enero de 2016 del quinto nivel de un departamento en la avenida Ticomán, alcaldía Gustavo A. Madero.
“Desde un principio se descartó el suicidio que ellos quería hacerlo pasar así y culpar a Mari de su muerte, pero no porque Marí cayó parada y la piel de ellos la tenía en sus uñas; ellos están rasguñados porque cuando la avientan se agarra de ellos, mi hija no tenía características de que la quisieran ayudar”, señaló.
Murió en el citado hospital y los siguientes siete años, su mamá se dedicó a investigar y a aportar pruebas que derivaron en la captura del primer implicado.
@amarilloalarcon