El Cártel de Sinaloa es uno de los grupos del narcotráfico más relevantes en México debido a su presencia en al menos 15 de los 32 estados del territorio, esto sin contar su actividad en Estados Unidos, donde también tiene bases en California, Arizona, Nuevo México y el oeste de Texas.
Pero ¿cómo llegó a ser tan importante? ¿Quiénes lo integran? A continuación, te presentamos una radiografía de esta facción criminal.
Así empezó el Cártel de Sinaloa
Todo comenzó en la década de 1980 en una escisión del Cártel de Guadalajara, la cual fue creciendo poco a poco hasta llenar un vacío de poder dejado por los cárteles colombianos a inicios de 1990, de acuerdo con la organización Americas Quarterly.
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Su rápido crecimiento se debió a las ingeniosas tácticas que manejaban para traspasar la droga y evitar la justicia, lo cual se ejemplifica de manera ideal con las fugas de su líder, Joaquín “El Chapo” Guzmán, la primera en 2001 y la más reciente en 2015.
Según la organización especializada en seguridad, InSight Crime, este cártel es considerado el más grande y poderoso del hemisferio occidental, siendo una alianza de los capos más importantes de México, quienes se encargan de sobornar a altos funcionarios de la Policía Federal y de la Secretaría de la Defensa Nacional para tener ventaja sobre otros grupos criminales.
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Sinaloa es el sitio geográfico perfecto para albergar a este tipo de organizaciones. Actualmente, es el principal bastión de este cártel, conocido mejor como el “Triángulo Dorado”, ya que también converge con otros estados como Durango y Chihuahua, donde las montañas cubren los cultivos ilegales y laboratorios dedicados a la producción de heroína y fentanilo.
Para profundizar mejor en los orígenes del Cártel de Sinaloa, hay que comprender que la mayoría de grupos criminales de este tipo nacieron en dicho estado, específicamente en familias dedicadas al campo; sin embargo, con el paso del tiempo se fueron adentrando en el narco, mientras que para los setentas, entraron al comercio ilegal de drogas.
Pedro Áviles, uno de los capos más importantes de ese entonces, invitó al negocio a Joaquín Guzmán Loera, sí, “El Chapo”.
Aunque Avilés fue abatido en 1978, en la industria siguieron Rafael Caro Quintero, Miguel Ángel Félix Gallardo, Ernesto Fonseca Carrillo y claro, “El Chapo”. Estos crecieron al contactarse con el Cartel de Medellín, Colombia.
A pesar de esto, todo cambió en 1985 cuando asesinaron al agente de la DEA, Enrique "Kiki" Camarena, marcando esto el final del Cártel de Guadalajara.
De esta manera, se crearon varias facciones, quedando los hermanos de Arellano Félix en Tijuana, los de Carrillo Fuentes en Ciudad Juárez, así como “El Chapo” y Héctor Luis Palma Salazar en Sinaloa. Fue en ese entonces que la guerra entre todos creció.
Los integrantes y líderes del Cartel de Sinaloa
Según InSight Crime, luego de que se rompiera la Organización Beltrán Leyva en 2008, “El Chapo” se convirtió en el líder más importante del Cártel de Sinaloa, tiempo después se le unieron Ismael “El Mayo” Zambada García y Juan José Esparragoza Moreno, alias “El Azul”.
Pero, como es sabido, en 2014 arrestaron a “El Chapo”, por lo que el grupo criminal quedó a cargo de “El Azul” y “El Mayo”. De acuerdo con rumores, “El Azul” murió tras un ataque cardiaco en junio de ese año, mientras que en julio de 2015, Joaquín Guzmán Loera regresó al liderazgo luego de escaparse de prisión.
Aunque hay que tener en cuenta que la organización no tiene una estructura jerárquica, ya que cada uno de estos hombres cuentan con sus propias facciones internas y autónomas que cooperan entre sí.
Tras la segunda captura de “El Chapo” y la presunta muerte de “El Azul”, “El Mayo” fue el único que quedó de los antiguos líderes para guiar a la organización.
A él, se le unieron los hijos de Guzmán Loera como Joaquín Guzmán López, Ovidio Guzmán López, quien recientemente fue capturado por segunda vez, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo, dejando sin menos brazos al Cártel de Sinaloa.