El presidente de la Mesa Directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña reconoció la compra de una residencia en Tepoztlán, Morelos, con un valor estimado de 12 millones de pesos. La confirmación se dio a través de una publicación en su cuenta oficial de X; esto fue lo que dijo.
Tras la declaración, surguieron cuestionamientos en redes sociales y medios de comunicación, lo que llevó al propio senador a pronunciarse públicamente. A través de sus cuentas oficiales, Fernández Noroña confirmó la compra de la propiedad y aseguró que el proceso se encuentra registrado de manera transparente.
“La información que están manejando está en mi declaración patrimonial, que es pública. Estoy pagando a crédito la casa que rentaba en Tepoztlán”, escribió el legislador en un mensaje difundido en redes sociales.
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Así es la casa de 12 millones de pesos
En un intento por despejar dudas, el senador compartió un video en el que ofreció un recorrido por su nueva vivienda. En las imágenes se aprecian detalles de la construcción que, de acuerdo con su descripción, cuenta con al menos cinco recámaras, cocina, comedor, un amplio jardín y un patio trasero. Aunque no lo menciona de manera explícita, en el material audiovisual puede observarse que la residencia es de dos niveles.
Durante el recorrido, Fernández Noroña también mostró parte de su colección personal de figuras y piezas de artesanía mexicana, las cuales forman parte de la decoración de la vivienda.
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Uno de los espacios más destacados, según el propio legislador, es el jardín, al que calificó como su lugar favorito dentro de la casa.
Hasta el momento, el legislador no ha ofrecido más detalles sobre el monto del crédito ni sobre el esquema de financiamiento. Sin embargo, ha reiterado que toda la información se encuentra disponible para consulta en los registros oficiales.
La controversia se mantiene vigente, especialmente en el contexto político que atraviesa el país y en un momento donde la rendición de cuentas de los servidores públicos está bajo un escrutinio cada vez mayor.
Con este episodio, Fernández Noroña vuelve a colocarse en el centro de la atención, esta vez no por sus declaraciones políticas, sino por la vida privada que ha decidido mostrar de manera abierta en sus redes sociales.