Con globos blancos, flores, velas, juguetes, aplausos y sobre todo llanto de indignación y clamor de justicia, decenas de familiares, amigos y vecinos acompañaron a su última morada a Fernandito, el niño de 5 años, de los Reyes la Paz, Estado de México, que con su vida pagó una deuda de mil pesos que contrajo su mamá, la señora Noemi, quien padece una discapacidad lingüística y todo apunta que esa condición hizo que las autoridades municipales, como primera instancia, no le prestaran ni atención ni ayuda.
La fiscalía mexiquense continúa las investigaciones, no solamente por cuanto hace a las causas del fallecimiento del menor, sino también, para determinar si hubo probables negligencias de las autoridades municipales y estatales en horas claves que pudieron salvar la vida de Fernandito.
En este contexto, Mario Cristalinas renunció a la dirección del DIF municipal de los Reyes la Paz, luego de que han arreciado los reclamos de la familia de Fernandito en el sentido de que por lo menos tres veces, la señora Noemi fue a pedirles ayuda para rescatar a su hijo, pero por su complejidad para expresarse no le prestaron atención ni ayuda.
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Debajo de unas carpas prestadas cayéndose por el desgaste y peso de la lluvia, camino al panteón de Salta Vista del Pino, Noemi también se desvanecía ante la incredulidad de ver a su pequeño en un ataúd y destrozada exigía justicia para Fernandito.
Por su parte, a Carlos, Ana Lilia y Lilia, los tres detenidos por estar relacionados con el secuestro y asesinato del menor, se les dictó como legal la prisión preventiva justificada el pasado viernes, y en las siguientes horas tendrán nuevas audiencias de imputación y de vinculación a proceso ante un juez del Estado de México.
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Serán tres los delitos que se les imputarán en diferentes denuncias: uno, desaparición forzada; dos, privación ilegal, de la libertad y tres, homicidio doloso.
De ser encontrados culpables los tres capturados serían sentenciados a más de 80 años de prisión, cada uno. Es decir, si a Fernandito lo secuestraron y asesinaron por una deuda de mil pesos, a los presuntos delincuentes el cobrarse dicho préstamo matando al infante no les alcanzara el resto de sus vidas para pagar su culpa.