Doña Mari: La abuelita que murió esperando a sus hijos en la Central de Autobuses de Puebla

María de Jesús Mundo, conocida como Doña Mari, falleció en la Central de Autobuses de Puebla tras años de esperar a sus hijos. Su conmovedora historia revela el abandono de los adultos mayores.

Doña Mari pasó sus últimos años en la CAPU, esperando un reencuentro que nunca llegó.
Doña Mari pasó sus últimos años en la CAPU, esperando un reencuentro que nunca llegó. Créditos: Envato y Redes Sociales
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El pasado 24 de julio de 2025, la historia de María de Jesús Mundo, una anciana de 80 años conocida como Doña Mari, llegó a su fin en una de las bancas de la Central de Autobuses de Puebla (CAPU), donde pasó sus últimos años esperando en vano a que sus hijos regresaran por ella.

Su caso, que conmovió a miles en redes sociales, refleja una dolorosa realidad: el abandono de los adultos mayores en México. Aquí te contamos la triste historia.

Foto. Captura de pantalla X

Doña Mari: Una vida marcada por la espera y el abandono

Doña Mari, originaria de la Ciudad de México, llegó a Puebla hace 38 años. Tras ser desalojada de su casa en Tehuacán por no poder pagar la renta, encontró refugio en la CAPU, donde se instaló con su bastón y pocas pertenencias.

A pesar de que el DIF Estatal y Municipal le ofreció albergue, ella se negó a irse, convencida de que sus hijos volverían por ella. "Sé que tarde o temprano ella va a pasar por mí", decía, refiriéndose a una de sus hijas.

¿Cómo se volvió viral doña Mari, la abuelita que esperaba a sus hijos en terminal?

En 2024, un video de Doña Mari se volvió viral, mostrando su soledad y deterioro físico. El DIF Puebla emitió un boletín pidiendo ayuda para localizar a sus tres hijos:

  • Víctor Manuel Rivas Mundo (supuestamente en Estados Unidos).

  • Marina Guadalupe y Alma Rivas Mundo (en algún municipio de Puebla).

Sin embargo, nunca se presentaron, dejando a su madre en el olvido, por casi 3 años.

El triste final de Doña Mari

El 24 de julio de 2025, viajeros notaron que Doña Mari no respondía en su banca habitual. Al llegar los paramédicos, confirmaron su fallecimiento. Su cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense, donde sigue sin ser reclamado.

La historia de Doña Mari no solo es un caso aislado, sino un reflejo de una problemática social: el abandono de los adultos mayores. Mientras las autoridades buscan a sus familiares, su legado queda como un llamado a la conciencia colectiva.