La madrugada del lunes 19 de mayo, siete jóvenes fueron asesinados a balazos en la plaza principal de San Bartolo de Berrios, San Felipe, Guanajuato. El ataque ocurrió tras un festejo por el Día de las Madres, organizado por la parroquia local.
Entre las víctimas se encuentran dos hijos del delegado de la comunidad. La Arquidiócesis de León exigió justicia y el esclarecimiento de los hechos.
¿Cómo ocurrió la masacre en San Bartolo de Berrios?
Testigos relataron que sujetos armados llegaron al lugar y dispararon indiscriminadamente contra los jóvenes que se encontraban en la plaza.
Te podría interesar
"Escuchamos más de 50 balazos de diferentes calibres. Todo ocurrió en menos de dos minutos. Cuando salimos, ya estaban todos tirados", declaró una vecina.
Entre las víctimas identificadas están:
Te podría interesar
- Ángel, de 19 años.
- Braulio, de 25 años.
- Miguel y otro joven de la comunidad Chirimoya.
- Dos hijos del delegado Alfonso Tapia (sin identificar).
Los cuerpos quedaron tendidos junto a una camioneta con impactos de bala, mientras otro joven intentó huir sin éxito.
¿Cuáles son los avances de la investigación en San Bartolo de Berrios?
La Fiscalía de Guanajuato inició investigaciones, pero no ha revelado avances significativos. Mientras tanto, la Arquidiócesis de León, a través del arzobispo Jaime Calderón Calderón, condenó el crimen y exigió acción inmediata:
"Exhortamos a las autoridades a dar con los responsables. Llegar a la verdad y aplicar la justicia es un deber para consolar a las familias".
Además, señaló que la violencia en Guanajuato es consecuencia de la disputa entre cárteles, que ha cobrado la vida de inocentes.
Hasta ahora, ni la Secretaría de Seguridad de Guanajuato ni la Fiscalía han detallado posibles sospechosos o motivos del crimen. Vecinos y familiares exigen justicia, mientras el municipio de San Felipe solo confirmó el hecho sin dar más información.
La masacre en San Bartolo de Berrios refleja la creciente violencia en Guanajuato, donde la disputa entre grupos criminales sigue dejando víctimas inocentes. Mientras las autoridades investigan, la sociedad y la Iglesia claman por justicia.