Dentro de los tesoros que alberga México, existe uno un tanto olvidado en Veracruz, se trata de Isla Lobos, un paraíso en medio del mar cristalino donde muchos querrán fundirse con la arena en compañía de una piña colada.
En el corazón del Golfo de México, a unos 14 kilómetros de la costa de Tamiahua, Veracruz, se encuentra la Isla de Lobos, un tesoro natural que pocos conocen. Este islote forma parte del Sistema Arrecifal Lobos-Tuxpan, una Área Natural Protegida que alberga una biodiversidad impresionante y paisajes que quitan el aliento. ?
¿Qué se puede hacer en este lugar?
La isla es un santuario para los amantes del buceo y el snorkel. Sus aguas cristalinas esconden arrecifes como el Arrecife Medio y la "Plataforma Tiburón", una estructura petrolera sumergida que se ha convertido en hogar de una vibrante vida marina. Es importante destacar que para bucear en estas áreas se requiere certificación y es recomendable contar con guías experimentados.
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“El Norte de Veracruz posee el bello e interesante Sistema Arrecifal Norveracruzano que comprende Isla de Lobos, Tuxpan y Tecolutla, los cuales prometen una experiencia submarina inolvidable”; destaca la Secretaría de Marina.
¿Cómo llegar a Isla Lobos?
Para los aventureros que parten desde la Ciudad de México, la ruta más directa es tomar la autopista 132 que conecta México-Tulancingo-Huauchinango-Tuxpan. Una vez en Tuxpan, se continúa por la carretera estatal hacia Tamiahua, recorriendo aproximadamente 45 kilómetros. Tamiahua es el punto de partida más cercano para acceder a la isla.
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Desde Tamiahua, es posible contratar embarcaciones de pequeño calado que, en un viaje de alrededor de una hora, te llevarán a este paraíso. Alternativamente, desde el puerto de Tuxpan se pueden alquilar pequeños yates de pesca, aunque el trayecto marítimo desde allí puede extenderse hasta casi tres horas.
Recomendaciones para tu visita
Dado que Isla de Lobos es una Área Natural Protegida, el acceso está regulado y es necesario obtener permisos previos. Se recomienda viajar con operadores turísticos autorizados que faciliten estos trámites.
Además, la isla carece de servicios básicos, por lo que es esencial llevar provisiones como agua, alimentos y protector solar biodegradable. Se prohíbe el ingreso de mascotas y bebidas alcohólicas.
La mejor época para visitar la Isla de Lobos es entre marzo y agosto, cuando el oleaje es más tranquilo y las aguas alcanzan su máxima transparencia.