Una grabación difundida en redes sociales expone con crudeza la metodología del crimen organizado: el vehículo que estalló el sábado frente a la Policía Comunitaria de Coahuayana, Michoacán, transportaba los explosivos ocultos bajo una aparente inocente carga de plátanos.
Este ataque con coche bomba, ocurrido a plena luz del día y a menos de cien metros de la alcaldía municipal, ha dejado un saldo trágico de al menos cinco personas fallecidas y doce heridas, además de una estela de destrucción en el corazón de Coahuayana.
La explosión, registrada alrededor del mediodía del sábado 7 de diciembre sobre la calle Allende, no solo buscaba impactar a un cuerpo de seguridad sino también enviar un mensaje de terror a la población civil. La Fiscalía General de la República (FGR) asumió la investigación bajo la figura de delincuencia organizada, desplegando a un equipo forense especializado de alto nivel para analizar la escena.
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Las imágenes revelan el momento previo al atentado. Se observa una camioneta negra cuya caja, a simple vista, está llena de plátanos. Sin embargo, según la evidencia que analizan las autoridades, bajo esta fruta, principal producto agrícola de la región, se ocultaba el dispositivo explosivo. Este macabro camuflaje aprovecha la actividad económica local para mover el artefacto sin levantar sospechas, una táctica que subraya la sofisticación operativa de los grupos criminales en la zona.
El vehículo detonó frente a las instalaciones de la Policía Comunitaria, un cuerpo de seguridad ciudadana que, pese a realizar funciones de vigilancia, no cuenta con reconocimiento oficial del gobierno estatal. Este grupo es liderado por Héctor Zepeda Navarrete, "El Comandante Teto", un exintegrante de los grupos de autodefensa que surgieron en 2014 para combatir al cartel de Los Caballeros Templarios.
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La respuesta de las autoridades ha sido inmediata y de amplio alcance. En el lugar trabajan 15 peritos del Centro Federal Pericial Forense y 11 policías federales ministeriales, especializados en áreas críticas como análisis de explosivos, balística, genética y criminalística.
La investigación está a cargo de la Fiscalía Especializada en Delincuencia Organizada, en coordinación con todo el Gabinete de Seguridad nacional, que incluye a la Secretaría de la Defensa Nacional, Marina, Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que las investigaciones continúan a toda marcha, con revisiones de cámaras de seguridad y análisis periciales para identificar a los responsables. Por su parte, la Fiscalía General del Estado (FGE) trabaja para determinar si las víctimas mortales y los heridos eran integrantes de la policía comunitaria o civiles que se encontraban en la zona.
El atentado de terror en Coahuayana marca un punto preocupante en la escalada de violencia en Michoacán. La utilización de un coche bomba con explosivos camuflados en un producto agrícola común, a escasos metros de la autoridad municipal, representa una nueva frontera en la audacia y el descaro de los grupos criminales.