El caso de discriminación por racismo contra un grupo de nueve niñas y una madre de familia, realizado por otras alumnas de la Escuela Primaria Leona Vicario, ubicada en la colonia Santa María del Llano, del municipio de Ixtlahuaca, Estado de México, fue atendido, reportó la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados.
Al dar un informe sobre el seguimiento al suceso, la presidenta de la instancia parlamentaria, Marisol García, señaló que gracias a la denuncia de una niña de ocho años de edad, alumna del mismo colegio, fue que las congresistas federales tuvieron conocimiento de la agresión contra las estudiantes de sexto año, por su color de piel y su condición social.
Indicó que el incidente denunciado a finales del pasado mes de mayo, se resolvió a través de un acuerdo de medidas sancionatorias y reparación del daño a las nueve niñas víctimas de acoso por racismo y discriminación.
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Cuaderno anónimo con insultos y humillaciones
García Segura dio detalles de la denuncia que recibió por parte de los familiares de las pequeñas.
Relató que la agresión se perpetró a través de la elaboración y difusión en la escuela, de un libro “anónimo” hecho por otras alumnas y alumnos, lleno de insultos, humillaciones, expresiones de racismo.
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“Son nueve niñas y una madre de familia que fueron víctimas de niñas y niños de no más de 12 años que decidieron, sin razón alguna, lastimar con palabras racistas, peyorativas, humillantes, clasistas y a la sombra de un aparente anonimato, pero con toda la intención de divulgación, hicieron un cuaderno monstruoso cuyo único objetivo fue exponer el escarnio y burla de las compañeras”, narró.
Agregó que los denunciantes hicieron de su conocimiento grabaciones de las menores víctimas, narrando las vejaciones que sufrieron.
Afirmó que el cuaderno en cuestión, estaba lleno de insultos y palabras vergonzosas hasta para un adulto.
Lamentó el nivel de violencia y racismo de niños contra otros niños registrado en la Primaria Leona Vicario, en Ixtlahuaca.
Ante los hechos, cuestionó qué debe hacer la sociedad mexicana para poner fin al acoso escolar.
Recalcó que la actitud violenta y con el fin de lastimarse unos a otros, entre menores de edad, refleja que en algunos hogares en el país, no se promueve la formación de mejores ciudadanos y tampoco, la vocación civil de aceptar los errores cometidos.
A las niñas que fueron sometidas a humillaciones, la diputada presidenta y otras integrantes de la Comisión de Derechos Humanos les expresaron solidaridad.
Le recordó que los adultos tienen la obligación de protegerlas a ellas y a todos los niños y niñas víctimas de acoso escolar y que su color de piel ni su condición social, no las hacen menos.
Recalcó que una de las denunciantes, fue una niña de ocho años que asiste a la misma escuela y tuvo el valor de salir en defensa de sus compañeras.
“Sigue así, ya te veo como diputada de la Comisión de Derechos Humanos”, le dijo a la estudiante.
Asimismo, reconoció a los maestros, supervisores y al personal educativo de la escuela en cuestión, que no demoraron en atender el caso, solucionarlo y llegar a un acuerdo para que las y los responsables de la agresión sean sancionados y reparen el daño cometido.