Tras darse a conocer que el obispo emérito de Chilpancingo Chilapa, Salvador Rangel, no presentará ninguna denuncia sobre las personas a las que calificó que tanto mal le han hecho, el fiscal general del estado de Morelos, Uriel Carmona Gándara, sostuvo que lo importante es que no se genere más polémica al respecto.
Cuestionado sobre las investigaciones, únicamente señaló que la fiscalía hará lo que le toca al igual que la policía estatal para dar con los responsables.
Hasta el momento, la hipótesis de la fiscalía se ha mantenido en un secuestro exprés, sin embargo, a esta fecha, el titular de esa dependencia únicamente ha destacado la importancia de que el obispo está con vida sin abundar más en el asunto.
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Asimismo la diócesis de Cuernavaca se ha reservado cualquier declaración respecto a este caso.