En el 2022, activistas que luchan por la defensa del medio ambiente interpusieron el amparo 1003/2022, en el que solicitaron la suspensión de la construcción del Tramo 5 Sur del Tren Maya como una medida cautelar.
En aquella ocasión, la parte quejosa argumentó que no se realizó el cambio de uso de suelo, por lo que deberían parar con el desmonte de la selva Maya. sin embargo, no les fue concedido y el megaproyecto continuó adelante.
Otro de los factores es que no había suficientes estudios geológicos y que el tipo de suelo, cuya característica es la karsticidad provoca que las rocas del subsuelo como el yeso, calizas y dolinas puedan ser disueltas por el agua de lluvia ocasionando la formación de cuevas y cenotes, hundimientos y socavones, es decir que existe la posibilidad de hundimiento del Tren Maya.
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Tras más de un año, con el amparo de revisión 270/2023, el Juzgado Primero de Distrito en Yucatán, concedió la suspensión definitiva para que se detengan las obras en el Tramo 5 Sur del Tren Maya hasta que se acredite que se realizaron los estudios de afectaciones y exista el pronunciamiento de la autoridad ambiental sobre el tema.
En ese mismo sentido se solicitó a la encargada de la ejecución del proyecto o, en su caso, aquellas que al día de hoy se encuentran realizando el tramo, presentar las bitácoras, memorias de construcción y todos los registros con los que cuenten. deben informar los cenotes y cavernas en el tramo, las medidas de prevención y protección para evitar la contaminación del agua y las incidencias si hubo derrumbes o socavones.