Un saldo preliminar de 10 personas sin vida, dos de ellos policías, dejó la jornada violenta que se vivió la madrugada de este lunes en el municipio de Cuernavaca, Morelos.
A pesar de los acuerdos de colaboración entre el gobierno del estado y fuerzas federales, ninguna de estas autoridades acudió al auxilio de la autoridad municipal ni de ciudadanos, que reportaron a través de los números de emergencia las detonaciones que duraron al menos 20 minutos.
No hicimos el llamado a tiempo, fue la excusa que dio el alcalde de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado.
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De acuerdo con la información oficial, la refriega comenzó en la calle Otilio Montaño, de la colonia Altavista, una de las de mayor incidencia delictiva en la capital morelense, cuando sujetos armados a bordo de dos camionetas y una motocicleta balearon a un grupo de hombres que bebían en la vía pública donde dos de las víctimas fallecieron.
La agresión tuvo lugar frente al sector de seguridad de la zona, por lo que de inmediato se inició una persecución contra los agresores por diferentes colonias aledañas hasta terminar en el probado de Tlaltenango, sobre avenida Emiliano Zapata, justo frente a las antiguas instalaciones de la Fiscalía General del Estado, donde se estableció un operativo para detener a cualquier automotor que circulará por el sitio.
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Durante el trayecto se registraron diversas confrontaciones que dieron como resultado un muerto y un herido, ambos presuntos sicarios.
La persecución continuó hasta la fiscalía estatal, lugar en el que se localizó una camioneta con cinco personas sin vida, además de armas largas y equipo táctico.
La titular de la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano de Cuernavaca (Seprac), Alicia Vázquez Luna, negó que sus elementos hayan enfrentado a los criminales desarmados.
Además de los 10 muertos, hay dos oficiales heridos, un presunto sicario hospitalizado, uno más detenido, así como daños considerables en siete patrullas municipales.
Hasta el momento no hay información oficial en torno al grupo criminal al que podrían pertenecer quienes participaron en la confrontación; tampoco el gobierno de Morelos ni el ejército han dado su versión ante su ausencia en los hechos.
El ataque se suma a otro registrado una hora antes en la localidad de Tetecala, también entre presuntos integrantes de grupos delincuenciales y policías con una baja en cada bando.