'Educación Con Rumbo' lanzó una exigencia a las autoridades federales y estatales para que de manera inmediata implementen una estrategia concreta que garantice recursos para la reconstrucción de escuelas, capacitación para los docentes en materia socio emocional y que permita el regreso a clases de los estudiantes a la brevedad posible en los municipios de Guerrero afectados por Otis.
A tres semanas de que el huracán Otis impactara y devastara la zona costera de Acapulco, no se conoce un plan estratégico para el regreso a clases, mucho menos un trabajo coordinado con la sociedad civil, señaló Paulina Amozurrutia, Coordinadora Nacional de Educación Con Rumbo.
En este sentido, hizo un llamado exigente a la SEP para que refuerce el apoyo a Guerrero a través de una partida especial para mejorar la infraestructura y capacidades operativas de planteles, así como una estrategia específica para el pronto regreso a clases.
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Por su parte Patricia Ganem, Coordinadora del área de Investigación de ECR, resaltó que es de extrema urgencia que se atienda el tema educativo, puesto que Guerrero es una de las entidades con mayor rezago educativo a nivel nacional, mismo que se acrecentó severamente por el confinamiento que provocó la pandemia de Covid-19 con 34 mil 553 deserciones. Según cifras oficiales, 125 mil 531 estudiantes están sin clases y con riesgo a perder el ciclo escolar.
Agregó que de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en México existe un retraso de 4 años en el aprendizaje a nivel nacional y, de no actuar eficazmente, el rezago en Guerrero podría afectarse mucho más.
Lo anterior coincide con un reporte de la Dirección General de Planeación, Programación y Estadística Educativa de la SEP, subrayó ECR, el que indica que el grado de escolaridad promedio en Guerrero es de 8.37 años para la población de 15 años y más, mientras el índice de marginación que enfrentan sus habitantes se clasifica como muy alto. Además, cerca de 10% de los niños y jóvenes entre 3 y 14 años que viven en el Estado no asisten a la escuela. Por cada 100 habitantes de 15 años y más, hay 12 que no tienen ningún grado de escolaridad y solo 16 terminan educación superior.