La tragedia ocurrida tras la explosión de pipa en el distribuidor vial La Concordia, en Iztapalapa, sigue dejando secuelas profundas en las víctimas y sus familias. Kevin Díaz, un joven de 19 años, permanece en terapia intensiva, con un diagnóstico grave pero estable, según confirmó su madre, Coral Montes de Oca, en entrevista para MVS Noticias con Luis Cárdenas.
“Kevin está en terapia intensiva, el diagnóstico es grave, pero estable. Ha ido evolucionando, y el pronóstico es que en estos días pueda pasar a la etapa de reconstrucción con injertos de piel”, relató la madre.
El joven se encontraba en una camioneta de la empresa donde trabaja cuando ocurrió el accidente. Desde entonces, ha sido atendido en el hospital de PEMEX, y su evolución médica ha sido positiva. Sin embargo, su madre advierte que el apoyo institucional no debe ser pasajero.
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“Cuando están las cosas recientes, todos apoyan… luego se olvida”
Montes de Oca reconoció que las autoridades han ofrecido apoyo inmediato como transporte, alimentación y alojamiento, pero aclaró que estos no representan una reparación integral del daño. La empresa involucrada en el siniestro, dijo, no se ha comunicado con ella.
“El gobierno ha dado apoyos como transporte, comida y estancia en el hospital, pero no reparación de daño como tal. Están armando las carpetas de investigación de todas las víctimas”, señaló.
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La madre de Kevin alertó sobre la posibilidad de que, con el paso del tiempo, la tragedia sea olvidada por la opinión pública y las instituciones.
Pide empatía para todas las víctimas tras explosión de pipa en Iztapalapa
Coral Montes de Oca hizo un llamado a la ciudadanía para evitar juicios apresurados y fomentar la empatía hacia quienes resultaron afectados por la explosión. “Mi hijo no salió completamente quemado, pero eso no quiere decir que no esté grave. Es un joven de 19 años, con esposa y un bebé. Decirle a la gente que no juzgue sin saber”, pidió.
Además, recalcó que el apoyo debe ser integral, incluyendo atención psicológica, económica y emocional, ya que muchas familias han quedado devastadas. “Creo que todos los pacientes necesitan apoyo, no solo moral o monetario, tiene que haber empatía. La gente ha dejado de ver el dolor y empieza a juzgar sin saber”, añadió.
“Nuestras vidas cambiaron para siempre”
En uno de los momentos más conmovedores de la entrevista, Montes de Oca resumió el impacto emocional que ha dejado la explosión de pipa en su familia: “Nuestras vidas cambiaron, nada volverá a ser lo mismo. Mucha gente está sufriendo, no la dejemos sola”, concluyó.
La tragedia de Iztapalapa no solo dejó víctimas visibles, sino también un dolor profundo que continúa. Las familias afectadas siguen esperando justicia, reparación del daño y, sobre todo, un acompañamiento real que no desaparezca con el tiempo.
