Ataúdes, 800 menores y un detenido, esto fue lo que dejó la fiesta clandestina clausurada en la Guerrero

La alcaldía Cuauhtémoc vivió un viernes de locos tras darse a conocer la clausura de una fiesta clandestina en Magnolia 174, colonia Guerrero. Si bien esto podría parecer un operativo más, el saldo y lo que encontraron las autoridades en el llamado ‘Salón de Fiestas Unión y Concordia’ dejó sorprendido a más de uno. Basta mencionar el uso de ataúdes como hieleras, extintores caducados desde hace 26 años y por lo menos 800 menores involucrados.

Alessandra Rojo de la Vega, alcaldesa de Cuauhtémoc, informó a través de sus redes sociales que elementos de Protección Civil y Policía Auxiliar Orión acudieron al salón de fiestas tras ser alertados por múltiples llamadas de emergencia. Al llegar se encontraron con una cifra aproximada de 800 menores de edad que de inmediato fueron evacuados y en la vía pública aparecieron cinco jóvenes intoxicados a los cuales se les dieron primeros auxilios.

Lo más dramático apareció dentro del inmueble en la colonia Guerrero, se localizaron ataúdes utilizados como hieleras, extintores con fecha de caducidad de 1999 y no había rutas de evacuación. La evidencia quedó expuesta en las redes sociales de la alcaldesa, quien subió la imagen de dos féretros rellenos con agua. “Lo que encontramos fue aterrador”, manifestó la regidora de Cuauhtémoc.

¿Hay detenidos por la fiesta clandestina en la Guerrero?

Si bien no se dio un nombre, Alessandra Rojo informó que se aseguró el lugar y se detuvo al responsable. El comunicado de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX amplió los detalles, reveló que se arrestó a un hombre de 51 años quien se auto declaró como el dueño del lugar. Será en los próximos días cuando un agente del Ministerio Público determine cuál será su situación legal.

En el caso de los cinco jóvenes encontrados en la vía pública bajo estado de intoxicación, la autoridad manifestó que sólo una joven de 16 años requirió de ser trasladada a un hospital para recibir la atención necesaria. Así fue como llegó a su fin esta fiesta clandestina donde se calculó la presencia de al menos 800 jóvenes y dejó impactado a más de uno por la aparición de ataúdes convertidos en hieleras.