“Ni una más, justicia para Monse..hoy, regresa a casa”, son algunas de las consignas que colectivos de búsqueda gritaron al paso del féretro de Jael Monserrat, que llegó a la glorieta de las mujeres que luchan en Paseo de la Reforma, para darle el último adiós y recordar el dolor, coraje y rabia que sufrió su madre durante más de cuatro años de búsqueda.
La joven desapareció en julio de 2020 en la colonia Apatlaco, y desde entonces Jaquelin, su mamá, se dedicó a la búsqueda y localización de su hija.
Los restos de Monse llegaron en una carroza, el féretro quedó frente a la glorieta de las Mujeres que Luchan sobre Paseo de Reforma, donde se lanzó el mensaje de cero impunidad y “ni una más”.
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Jaquelin recordó que fueron años aciagos en los que exigió acceso a la verdad y justicia, en los que enfrentó a autoridades indolentes e indiferentes.
“Ella abordó un vehículo color gris con placas confusas pues las cámaras son obsoletas y solo sirve para lo que las autoridades les conviene...Esos videos los desapareció la Fiscalía por cierto, junto con otros dos más. un chip y parte de la carpeta de investigación, aún recuerdo cuando fui a levantar la denuncia y me dijeron que me esperara pues tal vez andaba de fiesta, que se había ido con el novio, a Monserrat la victimizaban por sus tatuajes, porque la dejaba ponerse tantos tatuajes”, destacó.
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Jaquelin recordó que los dos principales sospechosos de la desaparición de su hija quedaron en libertad, por instrucción de una magistrada del Poder Judicial, quien puso el caso en la ruta de la impunidad.
“En enero de 2022 lograron aprehender a las dos personas que se la llevaron, fueron vinculadas a proceso por desaparición de personas por particulares agravada (…) por ese motivo fueron vinculados a proceso ella y su pareja quien fue quien recogió a mi hija esa tarde que desapareció; en junio del año pasado los dejaron en liberta, la jueza Belén Bolaños argumentó falta de pruebas y les dio libertad absolutoria”, subrayó.
Los colectivos y familiares de Monse se despidieron de ella con el compromiso de hacer justicia, “sin miedo”.
El cortejo partió del Paseo de la Reforma y se dirigió a una agencia funeraria en Iztapalapa, donde sus familiares y amigos le dieron el último adiós.