Bosque de Chapultepec: ¿En qué parte puedes ver luciérnagas?

Además de ser el principal pulmón de la capital mexicana, el Bosque de Chapultepec también contiene algunas de las más importantes atracciones. 

Luciérnagas.
Luciérnagas.Créditos: Cuartoscuro y freepik
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Un hecho poco conocido es que en la Ciudad de México se puede apreciar el espectáculo natural que brindan las luciérnagas, todo en el interior del Bosque de Chapultepec

Además de ser el principal pulmón de la capital mexicana, el Bosque de Chapultepec también contiene algunas de las más importantes atracciones. 

Desde el próximo mes de septiembre añadirá el Parque Aztlán a su repertorio, en el que se incluyen museos, lagos y hasta un zoológico, que además son escenario de diversos eventos como las noches de películas sobre lanchas.

¿En qué parte del Bosque de Chapultepec se pueden ver luciérnagas? 

Las noches en el bosque se iluminan durante una temporada con la presencia de luciérnagas, debido a que algunas de sus secciones consiguen las condiciones necesarias para albergarlas. 

De acuerdo con información de la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema) la temporada de avistamiento de esta especie en el bosque es de junio a septiembre, durante la época de lluvias. 

Esto en la Primera y Tercera Sección, ya que las luciérnagas necesitan de zonas de lata humedad y escasa contaminación lumínica, siendo estas secciones las ideales para la especie. 

Las luciérnagas son coleópteros, un tipo de escarabajo caracterizado por sus larvas que producen luz. Estas usan la luminiscencia para atraerse y formar parejas.

La Sedema recomienda para ayudar en su preservación no invadir su espacio, no usar luces externas como el flash de cámaras y celulares y evitar el uso de ciertos pesticidas.

"En el mundo existen más de 2 mil especies de luciérnagas, las cuales son propiamente escarabajos que poseen órganos lumínicos que las hacen brillar con una luz intermitente, función que les ayuda a conseguir pareja y a defenderse", puntualiza la Sedema.

La presencia de estos coleópteros es un bioindicador de la salud de un ecosistema, en este caso el Bosque de Chapultepec.