Y para concluir la marcha por la matanza en Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968, la agresión de encapuchados y seidoanarquistas contra policías antimotines de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) que pese al sistemático ataque a su formación, el saldo es blanco, sin incidentes de gravedad.
A pesar de que les lanzaron todo lo que había a la mano e incluso fuego, golpes y pedradas no lograron moverlos ni replegarlos.
Tampoco lograron derribar las barreras metálicas instaladas frente a Palacio Nacional.
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Los oficiales los replegaron con polvos de extintores que arrojaron por varios puntos para sofocar el fuego y motivar la dispersión.
Ninguno de los radicales resultó intoxicado, pero los hizo correr cada vez que los policías les arrojaban los polvos.
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Poco a poco los inconformes se retiraron por diversas calles del Centro Histórico.
@amarilloslarcon