La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha tomado medidas drásticas tras recibir amenazas a su comunidad, principalmente transmitidas por redes sociales, las cuales se han intensificado tras el asesinato de un estudiante, lo que ha generado una preocupación palpable entre los miembros de la universidad.
En entrevista con Pamela Cerdeira, para MVS Noticias, el Dr. José Luis Macías Vázquez, presidente de la Comisión Especial de Seguridad del Consejo Universitario de la UNAM, confirmó que se han presentado seis denuncias ante la fiscalía.
¿Cuáles son los desafíos tras las amenazas a la UNAM?
El doctor mencionó que la naturaleza de las amenazas ha hecho difícil su rastreo. "Hay muchas amenazas en redes que se están investigando, pero no todas pueden ser seguidas adecuadamente”, comentó.
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A pesar de estos obstáculos, la UNAM ha decidido actuar: “Las denuncias tienen que ver con el que se tenga toda la documentación en nuestras manos para poder llevarlas a cabo”.
Ante la pregunta sobre por qué se presentaron solo seis denuncias, Macías aclaró: "Son todas aquellas que han tenido evidencia suficiente para ser tramitadas. Las que no tienen un seguimiento claro no pueden ser denunciadas efectivamente".
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¿Habrá cierre de planteles?
El cierre de varios planteles, como medida preventiva ante la ola de inseguridad, ha sido objeto de debate. “No nos habían llegado amenazas antes de esta situación lamentable”, subrayó el presidente de la comisión, desmintiendo rumores de un patrón previo de amenazas en la institución.
"El contexto actual nos preocupa a todos. Nos gustaría que la fiscalía tomara cartas en el asunto para esclarecer estas situaciones", añadió Macías.
Destacó también que el cierre de algunos planteles no solo se debió a amenazas, sino también a la solidaridad con movimientos sociales, como el del 2 de octubre.
La UNAM, la principal institución de educación superior de México, enfrenta una dura realidad en torno a la seguridad de sus estudiantes. Con estas seis denuncias, la comunidad universitaria espera que se tomen acciones contundentes en respuesta a la violencia creciente.
El impacto de estas amenazas pone de relieve la urgente necesidad de una estrategia de seguridad más robusta, no solo dentro de la universidad, sino en el país. Si el uso de las redes sociales puede ser un arma de intimidación, también puede ser un canal efectivo para buscar justicia y proteger a la comunidad estudiantil.