El nombre de Emiliano González se hizo conocido a nivel nacional tras un altercado en el Senado de la República, cuando fue agredido por Alejandro Moreno en medio de una discusión con Gerardo Fernández Noroña. Aquella escena lo mostró ante las cámaras con collarín y cabestrillo, y desde entonces ha estado bajo la mirada pública. Sin embargo, su historia no se limita al ámbito legislativo: también lo rodean controversias legales y empresariales en Tepoztlán, Morelos.
Emiliano González, secretario particular de Gerardo Fernández Noroña, no sólo trabaja de cerca con el político, sino que también ha impulsado negocios como La Creperra y TepozRamen. Este último restaurante, especializado en comida japonesa, se ha convertido en el centro de una disputa legal.
El predio donde hoy opera TepozRamen era desde 1994 la vivienda y fuente de sustento de la familia de Sabrina Meneses, cuyos padres firmaron un contrato de arrendamiento con Ana María Rendón. Durante tres décadas, el lugar fue su hogar, hasta que en 2025 fueron desalojados tras un proceso en el Tribunal Agrario que, según denuncian, estuvo lleno de irregularidades.
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El conflicto escaló cuando Mario Miranda, hijo de la cuidadora de la dueña original, presentó en 2017 actas que lo acreditaban como propietario, pese a que las firmas diferían de la credencial de elector de Ana María Rendón. En 2018, Miranda bloqueó accesos comunes y en una de esas áreas instaló TepozRamen, negocio registrado en el IMPI a nombre de Emiliano González y María del Carmen González Ramírez.
Vecinos aseguran que varios de los trabajadores eran beneficiarios del programa federal Jóvenes Construyendo el Futuro, lo que ha levantado críticas sobre el uso de recursos públicos en favor de un negocio privado.
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Emiliano González y su vínculo con Gerardo Fernández Noroña
La presencia de Gerardo Fernández Noroña en Tepoztlán también ha generado debate. La adquisición de una residencia valuada en 12 millones de pesos abrió cuestionamientos sobre la relación entre comuneros locales, cesiones de predios y el papel de sus colaboradores. Una fotografía en la que aparece con comuneros alimentó las especulaciones sobre la influencia que pudo haber tenido en la resolución de los juicios agrarios.
Sabrina Meneses, parte de la familia afectada, sostiene que el proceso fue influenciado por relaciones políticas y sociales en la región: “Presentamos todas las pruebas, pero no tomaron nada en cuenta. Aquí en Tepoztlán los comuneros ya tienen fama de otorgar cesiones bajo influencias y relaciones”, explicó.
Además de TepozRamen, González ha expandido sus negocios con sucursales en Cuernavaca y en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. Se ha señalado que este crecimiento coincide con su cercanía a Gerardo Fernández Noroña, quien además lo ha llevado a viajes internacionales, como un foro en Roma.
Las críticas señalan que la combinación de negocios en crecimiento, contratos cuestionados y el uso de becarios financiados por el erario refuerzan la percepción de que Emiliano González ha obtenido ventajas gracias a su papel como colaborador legislativo.
Por ahora, ni Emiliano González ni Gerardo Fernández Noroña han respondido de manera directa a las acusaciones, mientras TepozRamen sigue operando en el corazón de Morelos.
