La Cámara de Diputados aprobó en el Pleno, la reforma constitucional que establece la ratificación de altos mandos en la Guardia Nacional, a través del Senado de la República y en periodos de receso, por la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.
La votación general fue de 348 a favor y 98 votos en contra.
La mayoría del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados contaron con el apoyo en la votación, de casi todos los integrantes de la bancada del Movimiento Ciudadano (MC), en la votación.
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Ratificación de los mandos en la Guardia Nacional
Al exponer el dictamen correspondiente a la minuta previamente aprobada en el Senado de la República, el diputado Arturo Oliver, presidente de la Comisión de Defensa Nacional, indicó que se armoniza la Carta Magna y se da certeza legal, así como transparencia y control parlamentario, a la designación de altos mandos de la corporación cuyo control ya está en manos del Ejército.
Precisó que al homologar la ratificación de mandos de la Guardia, con la que aplica para las secretarías de Defensa Nacional y Marina, que pasan por el control parlamentario de en el Senado de la República y la Comisión Permanente si el Congreso está en receso, dará certeza a los nombramientos y al actuar de los integrantes de la agrupación.
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Se refuerza la seguridad nacional, interior y pública, aunado a que se garantiza que los cargos ratificados se ejerzan con responsabilidad, transparencia y respeto a los derechos humanos, enfatizó Oliver Cen.
“Y ahora pretendemos incluir a la Guardia Nacional, posteriormente, para que estos nombramientos se consoliden, el Senado de la República debe ratificarlos, es importante destacar que la Constitución federal actualmente solo se refiere al Ejército, a la Armada y a la Fuerza Aérea, por lo que hace falta incluir al personal de la Guardia Nacional”, anotó.
Expresó que equiparar los nombramientos de mandos en la corporación recientemente integrada a la SEDENA, es un reconocimiento a la preparación de sus integrantes.
Ratificar a mandos de la Guardia como aplica a la escala jerárquica del Ejército, simboliza el reconocimiento legal de sus labores, así como a su compromiso, lealtad y disciplina.
De igual modo, se integra al cuerpo de seguridad creado en el 2019, al sistema de pesos y contrapesos en el Estado mexicano, con la nominación por parte del Ejecutivo y la ratificación en el Legislativo.
La reforma a discusión, añadió, es una actualización jurídica y contribuirá a elevar los estándares en la Guardia Nacional.
Continúa la militarización
Al pronunciarse contra el ordenamiento, con el argumento de que es un paso más en la militarización de la seguridad pública en México, los legisladores del Partido Acción Nacional (PAN) y del Partido Revolucionario Institucional (PRI), enfocaron sus críticas a los casos de corrupción en la Marina, registrados en la anterior y la presente administraciones morenistas.
Acusaron que asignar a las Fuerzas Armadas, incluyendo a los marinos, tareas de seguridad y otras actividades administrativas que no corresponden a la naturaleza de esas instituciones, propiciaron el involucramiento de mandos e incluso familiares del anterior titular de la SEMAR, Rafael Ojeda, en delitos como el robo de combustibles y huachicol fiscal.
Responsabilizaron de haber “corrompido” a las instituciones castrenses al exmandatario Andrés Manuel López Obrador.
“No les ha quedado claro que la estrategia de militarización está poniendo a nuestras Fuerzas Armadas en todas las actividades de seguridad y con ello, sujetas a ser proclives, algunos de sus integrantes a la tentación de la corrupción. Qué no está claro lo que sucedió con los elementos de la Marina que participaron en el huachicol fiscal, en el tráfico ilegal de combustibles al amparo del expresidente López Obrador, al amparo del gobierno de Morena”, alertó el diputado del PRI, Alejandro Domínguez.
Panistas y priístas también coincidieron en que los cambios aprobados son una muestra de que legislar “al vapor” y sin revisar a fondo los proyectos a discusión, provoca errores parlamentarios que constantemente se deben enmendar.