La historia de valentía de Alicia Matías quedó grabada en la memoria de México. La mujer de 49 años, conocida ya como la abuelita heroína, falleció la noche del viernes tras luchar por su vida luego de sufrir quemaduras en el 98 por ciento de su cuerpo durante la trágica explosión de una pipa de gas en Iztapalapa.
De acuerdo con su hermana, Sandra Barajas, Alicia murió alrededor de las 20:30 horas en el Hospital Magdalena de las Salinas, víctima de un infarto. Antes de partir, la familia pudo despedirse de ella.
El cuerpo de Alicia fue trasladado a su domicilio en Los Reyes Acaquilpan, municipio de La Paz, Estado de México, donde vivió casi toda su vida. Ahí, familiares, vecinos y amigos la despidieron entre flores, oraciones y muestras de cariño.
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Durante el velorio, realizado este sábado, su hermana agradeció el apoyo de la comunidad, médicos y autoridades, aunque reconoció que hubiera preferido que su hermana no fuera recordada como un ícono:
"Yo hubiera querido tenerla viva, aunque pasara desapercibida", expresó entre lágrimas.
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Los restos de Alicia serán cremados, como fue su voluntad, y su familia pidió respeto a los medios de comunicación durante las ceremonias religiosas.
La explosión ocurrió el pasado miércoles 10 de septiembre bajo el Puente de la Concordia, en la Calzada Ignacio Zaragoza, cuando una pipa de gas LP que transportaba cerca de 50 mil litros volcó y estalló. El siniestro dejó escenas de caos: viviendas afectadas, decenas de heridos y la cifra de fallecidos que, al corte de este sábado 13, asciende a 13 personas, con 40 hospitalizadas y 30 dadas de alta.
Videos difundidos en redes sociales mostraron a Alicia en los minutos posteriores al estallido, aún con vida, protegiendo en sus brazos a su nieta Jaclyn Azulet, de dos años, a quien cubrió con su cuerpo para evitarle heridas fatales.
Gracias a ese sacrificio, la niña sobrevivió y permanece internada en el Hospital de Pediatría Siglo XXI, en estado delicado pero estable.
Reconocen el sacrificio de Alicia Matías durante explosión de pipa de gas en Iztapalapa
El acto heroico de Alicia Matías no tardó en conmover a todo el país. Testigos relataron que, tras la explosión, la mujer salió de entre las llamas con su nieta en brazos y fue auxiliada por un policía y un ciudadano en motocicleta que trasladaron a la menor al hospital.
Aunque Alicia resultó con quemaduras graves, su prioridad siempre fue salvar a la pequeña. Por ello, su nombre e imagen ya son recordados como símbolo de amor y valentía en medio de una de las tragedias más terribles que ha vivido la Ciudad de México en los últimos años.
La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, lamentó la muerte de Alicia y expresó su solidaridad con la familia:
"Con inmensa tristeza recibí la noticia del fallecimiento de la señora Alicia Matías Teodoro, una mujer que dio su vida por salvar a su nieta. Su acto de amor ha dejado una huella profunda".
Vecinos y usuarios en redes sociales también han compartido mensajes de apoyo, recordando a la abuelita como un ejemplo de sacrificio y amor incondicional.
Su nieta aún lucha por su recuperación, mientras su familia enfrenta el dolor de la pérdida. Sin embargo, la memoria de Alicia vivirá en cada persona que vea en su historia un reflejo de valentía y esperanza.
Hoy, el nombre de Alicia Matías queda ligado para siempre a la explosión de la pipa de gas en Iztapalapa. Su historia es más que una tragedia: es la muestra de cómo el amor puede vencer incluso al miedo más grande.
