La tragedia ocurrida en Iztapalapa por la explosión de una pipa de gas en el puente de La Concordia no solo dejó escenas de emergencia y pérdidas materiales, también puso en marcha una investigación que hoy apunta tanto al chofer como a la empresa que operaba el vehículo. El tema ha encendido el debate sobre los controles y la seguridad en el transporte de combustibles dentro de la ciudad.
Las autoridades han sido cuidadosas en no dar muchos detalles de los necesarios, ya que el caso sigue en proceso. Aunque en un inicio circularon datos sin confirmación en algunos medios, fue el propio gobierno de la ciudad el que oficializó la identidad del chofer y dio el marco para seguir con la investigación de manera formal.
¿Quién es el chofer?
El conductor de la pipa involucrada en la explosión fue identificado oficialmente como Fernando Soto Munguía, de 53 años. Su nombre apareció en el registro difundido por el gobierno de la Ciudad de México, lo que lo coloca como una de las piezas clave en la investigación sobre lo ocurrido en el puente de La Concordia.
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Las autoridades han optado por llevar el caso con cautela, liberando información únicamente si existe respaldo legal. Esto se debe a que cualquier detalle mal manejado podría entorpecer las indagatorias o afectar los derechos de quienes están siendo señalados.
Aunque en los primeros días circularon versiones distintas en algunos medios, no fue hasta que se difundió el listado oficial cuando se confirmó la identidad del chofer.
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Estado de salud y situación jurídica del chofer
Tras la explosión de la pipa en Iztapalapa, el conductor fue trasladado a un hospital con quemaduras graves y otras lesiones derivadas del accidente. Debido a su estado, aún no ha podido presentarse ante las autoridades, por lo que su atención médica es la prioridad mientras continúa la investigación sobre lo ocurrido.
La Fiscalía de la Ciudad de México mantiene un seguimiento cercano, ya que combina la custodia hospitalaria con la recopilación de pruebas y testimonios para entender cómo se dio el incidente. Su recuperación determinará el momento en que pueda dar su declaración y enfrentar posibles cargos.
En términos legales, el chofer podría ser investigado por homicidio culposo, lesiones y daños materiales, delitos que aplican cuando un acto imprudente genera consecuencias graves para otras personas. A su vez, la empresa propietaria de la pipa está siendo revisada para determinar si hubo fallas en la seguridad o la operación del vehículo.
El avance del proceso dependerá de la estabilidad del conductor y del acopio de pruebas por parte de la Fiscalía, como peritajes del vehículo, bitácoras de carga, registros de velocidad y videos del momento del accidente. Una vez que el chofer esté en condiciones de ser presentado ante un juez, se decidirán medidas y posibles vinculaciones a proceso, pero mientras tanto, la investigación sigue su curso sin pausas.