Después de casi 20 años tras las rejas, Israel Vallarta ha sido absuelto del delito de secuestro que lo mantuvo encarcelado sin una sentencia definitiva. Su caso se convirtió en uno de los más polémicos en la historia judicial reciente de México, no solo por la gravedad de las acusaciones, sino por las irregularidades que rodearon su detención.
Uno de los momentos más cuestionados fue el operativo televisado en el que, junto a Florence Cassez, fue presentado como líder de una banda criminal en un supuesto rescate en vivo.
La madrugada del 1 de agosto, una jueza del Estado de México determinó que Vallarta debía quedar en libertad, al no haberse acreditado su participación en los delitos imputados. El anuncio fue hecho por su esposa, Mary Sainz, quien desde hace años ha documentado las inconsistencias del caso.
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Así fue el montaje de la detención de Israel Vallarta y Florence Cassez
A inicios de los años 2000, la Ciudad de México enfrentaba una crisis de seguridad vinculada al aumento de secuestros. Las cifras oficiales colocaban a la capital como la entidad con más casos registrados, generando un ambiente de tensión y una exigencia social de respuestas rápidas por parte de las autoridades.
En medio de esa presión, el 9 de diciembre de 2005 se realizó un supuesto operativo en un rancho conocido como Las Chinitas, ubicado cerca de Topilejo. Las cámaras de televisión transmitieron en vivo lo que parecía ser una exitosa detención de dos presuntos delincuentes, entre ellos Israel Vallarta y Florence Cassez.
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Ambos fueron exhibidos ante el público como integrantes de una peligrosa banda de secuestradores. La escena fue presentada como un triunfo de la justicia, pero con el tiempo se reveló que esa detención fue escenificada, pues no ocurrió en tiempo real, como se había hecho creer a la audiencia.
Dos meses después del supuesto operativo, comenzaron a salir a la luz pruebas que desmontaban la versión oficial. La periodista Yuli García presentó una investigación en la que contrastó los hechos televisados con documentos oficiales, revelando que la detención real de Vallarta y Cassez no ocurrió en el rancho, sino mientras viajaban por carretera, lo que descartaba la narrativa construida por la AFI.
Ese mismo día, el entonces titular de la AFI, Genaro García Luna, fue cuestionado en un noticiero nacional. Durante la entrevista, aceptó que la operación había sido recreada para efectos mediáticos. A mitad del programa, una llamada telefónica en vivo de Florence Cassez confirmó que su arresto fue un día antes del montaje, afirmando que había sido privada de la libertad sin que se respetaran sus derechos.
Fui detenida el 8 de diciembre en la carretera y me secuestraron en una camioneta, no fui arraigada el 9, eso es falso
Inconsistencias en las declaraciones
A pocos días del operativo en el rancho, surgieron cambios en las declaraciones de personas que se presentaron como víctimas. Aunque al principio no reconocieron a Florence Cassez, en sus testimonios posteriores afirmaron identificarla, lo que generó nuevas dudas sobre la credibilidad del caso y el manejo de las pruebas por parte de las autoridades.
Con estos elementos, en 2008 se dictó una sentencia de prisión a 96 años a la ciudadana francesa por los delitos de secuestro, asociación delictuosa y posesión de armas de fuego. Más adelante, esa pena fue modificada a 60 años, mientras que las acusaciones hacia Israel Vallarta seguían en pie.
Para 2011, un juez determinó liberar a otros detenidos vinculados con la presunta banda criminal, ya que los testimonios utilizados en su contra resultaron poco confiables. Años después, el caso de Cassez escaló a instancias judiciales más altas, hasta que en 2013 se ordenó su liberación tras una resolución de la Suprema Corte que encontró graves fallos en el proceso.
Israel Vallarta abandona penal del Altiplano tras casi 20 años preso
En 2019, Olga Sánchez Cordero dijo que lo justo era aplicar a Israel Vallarta los mismos criterios legales que permitieron liberar a Florence Cassez. Unos meses antes, su abogado ya había entregado nuevas pruebas para demostrar que él no era culpable. A pesar de eso, las audiencias se fueron posponiendo una y otra vez, y el caso seguía sin avanzar.
En abril de 2024, un tribunal ordenó revisar si era legal que Vallarta siguiera en prisión sin una sentencia, ya que llevaba más de 18 años encerrado. El paso del tiempo y los retrasos constantes habían afectado su salud y sus ánimos, pero el proceso seguía abierto.
Pero el 16 de julio de 2025, justo el día que cumplía años, el tribunal pidió una nueva audiencia para analizar su caso. Finalmente, el 31 de julio, una jueza concluyó que no había pruebas para culparlo y ordenó su libertad.
