Con el rostro serio y acompañado de decenas de docentes que se congregaron para mostrarle su apoyo, el profesor Esteban Canchola llegó el jueves al Centro de Justicia de Río Nuevo para enfrentar la audiencia final del juicio en su contra.
Aunque el caso ha generado polémica desde su inicio, el fallo del tribunal determinó que sí hubo responsabilidad, pero que el maestro podrá cumplir su condena en libertad, al no tratarse de una acción dolosa.
Tras más de seis horas de audiencia, el juez dictó una sentencia por el delito de omisión de auxilio, pero aplicó la pena mínima prevista por la ley: seis meses de prisión conmutados por medidas alternas. Canchola deberá acudir periódicamente a firmar durante ese periodo y pagar una multa de cinco mil pesos.
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La Fiscalía del Estado de Baja California había solicitado un castigo mayor: un año y tres meses de prisión, además del pago de seis millones de pesos por concepto de reparación del daño. Sin embargo, el tribunal resolvió que el maestro no actuó con intención de dañar y que su proceso podía continuar fuera del sistema penitenciario.
¿Cómo lo recibieron al llegar?
Desde antes de que comenzara la audiencia, el respaldo al maestro fue evidente. Maestros y maestras de distintas escuelas se reunieron en el exterior del tribunal con pancartas y consignas. Durante los recesos, rodearon a Esteban Canchola con aplausos y gritos de “¡Estamos contigo!”, mientras él, visiblemente agotado, agradecía en silencio.
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Al concluir la sesión, su abogado salió a explicar la resolución a quienes aguardaban afuera. La noticia de que no iría a prisión fue recibida con alivio y emoción por parte del grupo, aunque también con conciencia de que el caso no ha terminado del todo.
A la salida, con lágrimas en los ojos, el profesor Canchola hizo un breve pronunciamiento. Agradeció el apoyo de sus colegas y pidió a las autoridades educativas revisar los protocolos escolares, pues, según dijo, muchas veces provocan conflictos innecesarios entre padres y docentes.
“Esto no es una guerra entre nosotros y las familias. Los protocolos, en ocasiones, nos enfrentan cuando todos estamos cuidando a los mismos alumnos”, expresó.
Aunque para muchos la decisión fue un respiro, también quedó claro que la sentencia de Esteban Canchola implica una responsabilidad legal vigente, y algunos de sus simpatizantes afirmaron que seguirán luchando por su absolución completa.
