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En entrevista para MVS Noticias con Luis Cárdenas, Gabriel Regino, abogado, habló sobre el caso del maestro Esteban Canchola, quien fue declarado culpable por la muerte de un alumno y docentes exigen justicia.
El caso del maestro Esteban Canchola en Mexicali, Baja California, ha desatado indignación en redes sociales y en la opinión pública, al señalarse como chivo expiatorio de una tragedia que pudo evitarse con atención médica adecuada. La situación evidencia, una vez más, cómo el sistema de justicia mexicano tiende a proteger a los poderosos mientras sanciona a los más vulnerables.
El 30 de octubre de 2023, un menor de edad sufrió un golpe en la cabeza durante una actividad deportiva escolar. Aunque no mostró señales alarmantes inmediatas, horas después manifestó dolor, lo cual fue reportado por el Maestro Esteban a la dirección escolar y al padre del alumno. El menor fue llevado a la Clínica de Especialidades Internacional, donde fue diagnosticado y dado de alta.
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"Este menor de edad, al estar en el interior de la escuela, sufrió un golpe en la cabeza y sí, posiblemente derivado de un incidente en una justa deportiva, en un partido de fútbol. De acuerdo con la información de la que se dispone, el incidente habría ocurrido aproximadamente a la una de la tarde de ese fatídico día, que fue el 30 de octubre. El menor habría comido en las instalaciones de la escuela aproximadamente a las dos de la tarde, habría disfrutado del recreo todavía, pero aproximadamente a las tres y media de la tarde le reporta a su profesor, el Maestro Esteban Canchola, que se había pegado en la cabeza y que le estaba doliendo", relató el abogado.
"El Maestro Esteban Canchola informa a la dirección de la escuela y a su vez se comunica con el papá del menor, quien acude aproximadamente en 30 minutos a recogerlo y, una vez enterado de que se encuentra con estas dolencias, se le pide que lo lleve a la clínica correspondiente. Es una clínica privada que se encuentra allá en Mexicali, que se llama Clínica de Especialidades Internacional. Ahí el menor fue llevado, fue diagnosticado y se le dio el alta", contó.
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Negligencia médica en Mexicali
Sin embargo, el niño presentó vómito en proyectil, síntoma clave de daño cerebral severo y al ser ingresado de nuevo al día siguiente, ya mostraba muerte cerebral. Según el abogado penalista Gabriel Regino, esto constituye una clara negligencia médica: el menor debió permanecer en observación y someterse a una tomografía, procedimiento que no se realizó.
"Hay que distinguir el movimiento esofágico o gástrico cuando nos sentimos mal y hacemos vómitos, a la proyección no voluntaria del vómito, que es un indicio indiscutible de que tenemos un problema en la dura madre, que es la membrana que recubre al cerebro y que estamos ante el grave riesgo de un edema cerebral", aseguró Regino.
"El menor tenía que haberse quedado bajo observación y se tenía que haber decidido hacerle una tomografía. Le habría permitido ver al médico tratante el daño, más que la tomografía, pero la decisión de quien lo atiende y de una supervisión externa, decir 'no, vete a tu casa y ahí manténgalo y me avisan cualquier cosa', ahí hay una negligencia", afirmó.
Lo controversial del caso es que el dueño de la clínica es padre de un funcionario estatal de alto nivel, lo que ha generado sospechas sobre la falta de investigación profunda hacia el centro médico. Se han denunciado posibles alteraciones en los historiales clínicos y omisiones por parte de la autoridad de arbitraje médico. A pesar de estas irregularidades, el único sancionado fue el profesor, acusado por “omisión de auxilio”, figura legal que, según Regino, ni siquiera es aplicable.
"Es una negligencia evidente, pero aquí es donde viene lo interesante, porque lo que no suena lógico suena político. Resulta ser que el dueño de la clínica es nada más y nada menos que el papá del Oficial Mayor del Gobierno del Estado de Baja California, que es David Francis Cervantes Aguilar. Entonces, cuando los padres vuelven a llevar al menor al día siguiente por las afecciones, pues ya tiene muerte cerebral", mencionó Gabriel Regino.
El Maestro Esteban había sido sentenciado a seis meses de prisión, con beneficio de libertad condicionada y multa, lo que para muchos simboliza una simulación de justicia: se castiga a quien menos responsabilidad tiene, mientras que las autoridades sanitarias y políticas presuntamente implicadas permanecen impunes.
"Se fueron por el eslabón más débil, el profesor. ¿Y de qué vamos a acusar al profesor? De una figura penal en el Código de Baja California que dice omisión de auxilio, que ni siquiera es aplicable... De esta manera, volvemos a poner en evidencia y en la mesa cómo funciona el sistema punitivo en México. Siempre el sistema punitivo encubre a la clase dominante, a la clase política, y se ceba con los más débiles", aseveró.
