La embajada de Israel en México rechazó que ese país esté provocando deliberadamente el hambre en Gaza.
Destacó que Israel está actuando por todos los medios posibles para aliviar la situación humanitaria, sin condiciones y sin discriminación.
Insistió en que, mientras se llevan a cabo estos esfuerzos, “Hamás y ciertas agencias internacionales continúan obstruyendo o apropiándose de la ayuda, y explotando el sufrimiento humano con fines políticos”.
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La embajada afirmó que las Fuerzas de Defensa de Israel implementan una “pausa humanitaria local” diaria, entre las 10:00 y las 20:00 horas, en algunas zonas, para facilitar el paso seguro de los convoyes humanitarios.
Además, se han establecido corredores seguros y se ha conectado una línea eléctrica especial para operar una planta desalinizadora que suministra agua potable a alrededor de 900 mil personas.
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Sostuvo que la ONU, “en su intento por mantener el monopolio humanitario”, ha retrasado la entrega de la asistencia.
La embajada de Israel en México advirtió que “otra cara de la desinformación” es la manipulación del sufrimiento infantil con fines propagandísticos, distorsionando deliberadamente los hechos.
Mencionó que BBC, CNN y The New York Times, entre otros, han publicado imágenes de niños en graves condiciones sin comprobar los hechos.
Señaló que uno de estos casos es el de Osama al-Raqab, de cinco años, un niño palestino cuya imagen fue difundida ampliamente como si estuviera muriendo de hambre debido al "bloqueo israelí".
Sin embargo, aclaró que Osama sufre fibrosis quística, una enfermedad genética grave que incluye complicaciones digestivas severas y tendencia a la desnutrición.
Explicó que Israel, desde el 12 de junio, coordinó su salida de Gaza junto a su madre y hermano. Actualmente, recibe tratamiento médico en Italia y se encuentra en proceso de recuperación.
Resaltó que otro ejemplo es el de Sila Barbah, de once meses, presentada como víctima de desnutrición severa, aunque en realidad padece un trastorno digestivo crónico.
Acusó a Hamás de utilizar a los niños y sus enfermedades para incitar odio contra Israel, al reiterar que no hay una hambruna intencional en Gaza.
“La presión internacional no debe dirigirse a Israel, sino a Hamás”, concluyó.