Ante el crecimiento de los casos de fallecimientos de personas que asisten a gimnasios y centros deportivos, es necesario que la Ley General de Salud contemple medidas obligatorias para garantizar la salud y seguridad de los usuarios, plantearon integrantes de la fracción de Movimiento Ciudadano (MC) en la Cámara de Diputados.
La coordinadora Ivonne Ortega, así como sus compañeras Macky González y Paola Longoria, plantearon reformas en la materia.
Propusieron que los centros deportivos, gimnasios y establecimientos donde se realicen actividades físicas o se ofrezcan servicios de entrenamiento físico, deberán contar con al menos una persona capacitada y certificada en primeros auxilios, atención prehospitalaria y soporte vital básico.
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Lo anterior, para que auxilien a los usuarios durante todo el horario de operación del establecimiento.
Personal capacitado en emergencias médicas
Plantearon establecer como obligación de dichos sitios, tener personal capacitado en la atención de emergencias médicas, incluyendo la identificación y actuación inmediata ante casos de taquicardias, infartos, descompensaciones por presión arterial y otros eventos que puedan representar un “riesgo vital”.
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En tanto, tendrán que asegurarse de que sus instructores o entrenadores cuenten con certificación vigente en materia de cultura física, educación física, ciencias del deporte o preparación equivalente, emitida por instituciones con reconocimiento oficial.
Deberán asegurarse de dar capacitación anual al personal, en materia de primeros auxilios, reanimación cardiopulmonar y en el manejo de desfibriladores.
Asimismo, tienen que implementar protocolos escritos sobre la actuación ante emergencias médicas, que deberán estar visibles y disponibles en áreas comunes del establecimiento.
Para comprobar la certificación requerida, deberán exhibirla en un lugar visible.
Equipo médico en gimnasios
Añadieron que cada centro deportivo, gimnasio o establecimiento similar deberá contar con equipo médico básico accesible y en funcionamiento, incluyendo botiquín de primeros auxilios, un desfibrilador externo automático, oxímetro de pulso y glucómetro funcional, camilla plegable, férulas e instrumentos básicos para inmovilización, así como la debida señalización de las rutas de evacuación y puntos de emergencia.
La instalación, mantenimiento y verificación de los insumos básicos para atender emergencias médicas deberán ser sometidas a verificación periódica por parte de las autoridades, señalaron.
La aplicación de la norma estará a cargo de la Secretaría de Salud y la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, que deberán emitir lineamientos técnicos para la certificación, capacitación del personal, así como la aplicación de protocolos de atención.
Fallecimientos en gimnasios
Al sustentar su iniciativa, las congresistas indicaron que el número de personas que practican actividades físicas en establecimientos de tipo privado y público va en aumento, pero la ley aplicable no se ha actualizado.
Subrayaron que gran parte del personal que atiende al público en gimnasios y centros deportivos no cuenta con capacitación de tipo médico básico y primeros auxilios.
Refirieron que en los últimos dos años se han presentado casos de decesos en instalaciones donde se llevan a cabo actividades físicas, de entrenamiento y de tipo deportivo.
Hicieron notar los cinco episodios registrados de febrero de 2024 a la fecha, en particular en el establecimiento denominado Smart Fit, donde al menos cinco personas perdieron la vida en distintas sucursales de la Ciudad de México y el Estado de México, mientras realizaban actividades físicas.
En los gimnasios se llevan a cabo actividades que representan exigencias físicas de moderadas a altas, por lo que no son recomendables para personas con condiciones médicas agudas o padecimientos no diagnosticados, motivo por el cual es indispensable que cuenten con personal con conocimientos en primeros auxilios y soporte vital.
Realizar ejercicio de alta intensidad en condiciones inadecuadas también puede provocar alteraciones en la presión arterial, taquicardia, complicaciones respiratorias y en casos extremos, paros cardiacos, alertaron.
“Las malas prácticas y negligencias serían evitadas garantizando a las personas usuarias que el personal deportivo que trabaja en estos establecimientos se encuentra debidamente profesionalizado y capacitado”, remarcaron las promoventes.