Durante la conferencia matutina de este miércoles 2 de julio, la presidenta Claudia Sheinbaum rechazó las acusaciones de que las leyes recientemente aprobadas por el Senado abran la puerta al espionaje contra ciudadanos.
“Es falso y se miente deliberadamente”, afirmó la mandataria al referirse a la llamada “Ley Espía”. Aseguró que su gobierno no repetirá prácticas del pasado y que cualquier intervención de comunicaciones sólo puede ser autorizada por un juez.
Sheinbaum explicó que el objetivo de la reforma es construir un país seguro y en paz, mediante un sistema de inteligencia que consolide una plataforma única de información. Añadió que la Clave Única de Registro de Población (CURP) ya ha sido por años un mecanismo de identidad y no representa una novedad en términos de recopilación de datos.
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¿Qué aprobó el Senado?
El Senado de la República cerró su periodo extraordinario con la aprobación de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública y la Ley del Sistema Nacional de Investigación e Inteligencia, apodada por opositores como “Ley Espía”.
Morena y sus aliados respaldaron esta legislación que otorga a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana la facultad de solicitar datos personales y biométricos de los ciudadanos. Esto incluye la interconexión con registros vehiculares, inmobiliarios, fiscales, telefónicos y otros bancos de información tanto públicos como privados.
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Críticas de la oposición
Durante la discusión, el senador panista Ricardo Anaya calificó este periodo legislativo como “uno de los más oscuros de la historia”, al considerar que se consolidó el llamado “gobierno espía”.
Por su parte, el priista Miguel Riquelme Solís advirtió que, más allá de fortalecer la seguridad nacional, se está legitimando una arquitectura de vigilancia que pone en riesgo la privacidad de los ciudadanos.
A pesar de las críticas, este miércoles Sheinbaum reiteró que no habrá espionaje contra la ciudadanía, y defendió las nuevas leyes como herramientas necesarias para fortalecer la seguridad del país, sin vulnerar los derechos de los ciudadanos.
