La Iglesia católica reconoció que ha fallado en su forma de relacionarse con las juventudes y anunció una nueva etapa pastoral basada en la cercanía, el acompañamiento y el respeto a sus búsquedas.
En ese marco, la Arquidiócesis Primada mexicana lanzó una invitación abierta al Jubileo de la Juventud, que se celebrará el próximo 5 de julio en Casa Huipulco, al sur de la Ciudad de México.
A través de su editorial en su semanario Desde la Fe, la Iglesia asumió que, por años, ofreció “respuestas sin escucha”, “normas sin abrazo” y “exigencias sin ternura”.
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“Les pedimos perdón. Perdón si alguna vez se sintieron rechazados o alejados por nuestras actitudes, por nuestros silencios, o por no haber sabido acompañar su camino”, manifestó.
El mensaje, dirigido directamente a las y los jóvenes, insiste en una nueva actitud pastoral: “No como jueces, ni como figuras lejanas, sino como hermanos y hermanas”.
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“Como quien ofrece una mano firme para sostener en los momentos difíciles, una palabra serena cuando todo parece confuso, y una fe viva cuando el alma busca sentido”, añadió en su nota.
Inspirado en el pensamiento del papa Francisco, el editorial subraya que la juventud no es el futuro, sino el presente de la Iglesia.
“Queridos jóvenes, ustedes son el ahora de Dios”, dice la carta, que también recuerda el llamado del pontífice a que los jóvenes empujen en esta carrera hacia delante, aportando entusiasmo, intuiciones y fe al cuerpo eclesial.
En un entorno donde muchas juventudes se sienten incomprendidas o juzgadas, la Iglesia busca reconstruir la confianza.
“Querido joven: No estás solo. No lo has estado nunca. Y no lo estarás”, reitera el mensaje de la iglesia católica mexicana que admite fallas y busca acercarse más a los jóvenes.
