La Cámara de Diputados aprobó con el voto a favor del bloque mayoritario, las reformas propuestas por la Presidenta de la República en materia de Guardia Nacional.
El proyecto que traspasa esa corporación a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que asumirá el control operativo y administrativo de la misma, y también otorga al despacho federal facultades de investigación, intervención de comunicaciones con el respaldo de órdenes judiciales, así como la capacidad de realizar operaciones encubiertas, será enviado al Senado de la República.
En la votación general, los legisladores del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados, emitieron 349 votos a favor.
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La oposición en su conjunto aportó 132 votos en contra.La votación particular fue de 351 a favor y 124 en contra.
De las reservas presentadas se aprobaron tres, con aproximadamente 6 cambios que no alteraron el sentido del dictamen.
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En el segundo día del periodo extraordinario de sesiones, los parlamentarios se enfrascaron en el debate sobre la militarización de la seguridad pública.
También, por el intento del Ejecutivo Federal de llevar al poder a través de candidaturas y puestos públicos a militares en activo, a través del otorgamiento de licencias especiales.
Por más de 10 horas intercambiaron señalamientos, insultos y acusaciones que al final del encuentro, los llevaron a confrontarse y a llegar casi a los golpes.
Discusión particular
En lo particular, una de las reservas aprobadas fue presentada por la presidenta de la Comisión de Seguridad del recinto, Jessica Saiden.
La congresista propuso una serie de modificaciones que fueron identificadas como “de técnica legislativa”, es decir, para armonizar las normas involucradas y corregir el error de un párrafo duplicado.
En respuesta, la diputada del Partido Acción Nacional (PAN), Josefina Gamboa, advirtió que el cambio propuesto implicará dejar fuera del Código de Justicia Militar a la Fuerza Aérea y a la Guardia, lo que impedirá que sean responsabilizados si cometen algún delito contra los ciudadanos.
También en lo particular, avanzó la propuesta del Partido Verde (PVEM) para que los guardias nacionales se sumen al combate de delitos ambientales, incluyendo la tala ilegal, el tráfico de especies y la contaminación de ecosistemas.
De igual, modo, se agregó al proyecto el planteamiento hecho por la petista Aracely Cruz, para que la educación a la Guardia Militar tenga enfoque de derechos humanos, “interseccional” e intercultural.
Guardia adscrita a la Sedena, será civil: Morena y aliados
Al fundamentar el dictamen a discusión, el presidente de la Comisión de Justicia y diputado de Morena, Julio César Moreno mencionó en repetidas ocasiones la palabra “civil” al referirse al traspaso de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Ello, para negar las acusaciones de militarización lanzadas por la oposición.
Moreno Rivera destacó que la propuesta de la titular del Ejecutivo Federal regula la integración de los guardias a la milicia, sus ascensos, la ruta profesional a seguir dentro del Ejército, los aspectos de seguridad social, así como el régimen de sanciones y penas por la comisión de delitos del orden castrense y del orden común.
Afirmó que de acuerdo al delito cometido, los guardias podrán ser juzgados en ambas jurisdicciones.
Asimismo, destacó que se otorgará a la Sedena la facultad de contar con organismos de inteligencia que se coordinarán con otras instancias similares del ámbito civil.
En la discusión particular, legisladores de Morena plantearon a través de reservas, ajustes “de técnica legislativa” para armonizar el texto y evitar confusiones en la interpretación, ya que al menos uno de los párrafos referidos se repite.
En todo momento recalcaron que las reformas a discusión no son inconstitucionales, sino que reglamentan la reforma a la Carta Magna en esa materia impulsada desde el sexenio anterior e impulsada en la presente administración.
Fin del Estado civil
Al solicitar la suspensión del debate, la diputada de Movimiento Ciudadano (MC), Laura Ballesteros que portaba una playera color negro con la frase “No a la militarización del país”, sentenció que quienes hasta hace pocos años se oponían a militarizar, hoy lo respaldan porque están “en la plenitud del pinche poder”.
Ballesteros Mancilla indicó que el planteamiento presidencial va más allá de lo que en su momento ni el gobierno priísta “se hubiera imaginado”, ya que el Ejecutivo y la mayoría en el Congreso están dando “nuevas y peligrosas facultades” de investigación y realizar operaciones encubiertas a los militares y a los guardias nacionales.
“Ahora le abren la puerta para que los militares de la Guardia Nacional no sólo se postulen a cargos de elección popular, sino que puedan desempeñar cargos en los tres niveles de gobierno, este es el fin del Estado civil mexicano. Militarizar la seguridad pública es una decisión de enorme trascendencia, pero militarizar la vida pública del país es ya otro horizonte que ni el PRI se hubiera atrevido en sus mejores momentos”, sentenció.
El priísta Alejandro Domínguez subrayó que la “militarización” de todo en el país, está avanzando con los gobiernos morenistas, ello, mientras él y sus compañeros de fracción mostraban desde la Tribuna carteles con las imágenes de actuales integrantes del partido Morena y funcionarios federales que hasta hace pocos años se pronunciaban públicamente contra la incursión del Ejército en seguridad pública.
“¡Que se militarice todo, que los militares puedan prevenir los delitos, que los militares persigan al crimen organizado, que los militares cuiden el espacio aéreo, el mar territorial, que los militares cuiden a los ciudadanos!, ¿y entonces las policías locales, dónde quedan, entonces el respeto al federalismo dónde queda?”, cuestionó.
Advirtió que el morenismo, con “cinismo desmedido” busca militarizar el país y mantener bajo control a la población con la entrega de la Guardia a la SEDENA y otras leyes como la de telecomunicaciones y las de seguridad e inteligencia.
“Ley espía”
Los legisladores del Partido Acción Nacional (PAN), agregaron que el traspaso de la Guardia Nacional al Ejército forma parte de una estrategia integral del Gobierno Federal que se complementa con normas como la “ley espía”, como llamaron a las disposiciones en materia de seguridad e inteligencia que se discutirán este miércoles en el Pleno.
El diputado Guillermo Anaya afirmó que su partido no permitirá que se legalice la vigilancia a través del uso de la telefonía móvil.
En respuesta, la diputada de Morena, Elena Edith Segura pidió a la oposición que no mienta porque no habrá en el país un “Big Brother” ni se utilizarán mecanismos de espionaje y escuchas telefónicas como el sistema Pegasus aplicado en el gobierno del priísta Enrique Peña.
La diputada panista Paulina Rubio coincidió con los diputados de MC respecto a que las reformas a la Guardia Nacional otorgarán a sus elementos militares facultades “peligrosas” de realizar operativos encubiertos y capacidades de investigar, así como de espiar a los ciudadanos.
Tras recordar que esas disposiciones fueron declaradas inconstitucionales por la Suprema Corte, Rubio Fernández señaló que al haberse apoderado del Poder Judicial, la siguiente Suprema Corte no se atreverá a refrendar ese criterio ni a contravenir al actual Ejecutivo Federal.
La congresista comparó los argumentos de la mayoría para justificar la militarización, con una receta de cocina.
“Hoy les vamos a dar la receta perfecta del atole del bienestar, ese atole es un litro de militarización, es una cucharada grande censura, es un litro de espionaje, este ingrediente es muy importante para el atole del bienestar, son tres cucharadas grandes de opacidad, todo esto espolvoreado de un control absoluto del Poder Judicial”, ironizó Rubio Fernández.