Mediante el uso de inteligencia artificial (IA) y técnicas avanzadas de sismología, investigadores del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM están logrando visualizar con gran precisión la estructura interna del volcán Popocatépetl.
Este avance permitirá complementar la tomografía de ruido ambiente que se realiza actualmente, mejorar los modelos de actividad del coloso y fortalecer los sistemas de prevención ante posibles emergencias.
El proyecto está encabezado por el vulcanólogo Marco Calo, del Departamento de Vulcanología del IGf, en colaboración con las doctorantes Leonarda I. Esquivel Mendiola y Karina Bernal Manzanilla.
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¿Cómo se ve el volcán Popocatépetl por dentro, según la UNAM?
Gracias a la red de instrumentos sísmicos instalados alrededor de “Don Goyo”, como también se le conoce al volcán, se obtienen imágenes inéditas de su interior, comparables a radiografías médicas, pero basadas en el análisis de ondas sísmicas.
El equipo emplea dos metodologías principales. La primera es la interferometría sísmica, que se basa en el ruido ambiental para generar imágenes internas del volcán.
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La segunda consiste en el análisis de pequeñas señales sísmicas que ocurren dentro del Popocatépetl, las cuales son detectadas y clasificadas con ayuda de un sistema de IA desarrollado por Bernal Manzanilla.
“El modelo que estoy entrenando aprende a diferenciar los tipos de temblores que ocurren en el volcán. Con esa información, podremos generar una nueva tomografía enfocada en las zonas más superficiales del sistema volcánico, con mayor resolución y detalle”, explicó la investigadora.
Por su parte, Esquivel Mendiola, también estudiante de doctorado en Ciencias de la Tierra, ha logrado obtener las primeras imágenes de la estructura del volcán hasta 10 kilómetros de profundidad. “Ahora contamos con una imagen completa del edificio volcánico. Cada punto representa actividad sísmica, y los colores revelan anomalías donde las ondas se propagan más rápido”, señaló.
Estas anomalías permiten entender mejor el movimiento del magma, el cual no se concentra en una sola “cámara”, como se creía anteriormente, sino que se desplaza por diversas fracturas y reservorios en las rocas.
El trabajo de este equipo ha sido posible gracias a una colaboración constante con el CENAPRED y al desarrollo de una red sísmica más robusta, que comenzó a fortalecerse desde 2018 y fue expandida un año después con ocho estaciones adicionales gestionadas por el IGf.
A futuro, los investigadores buscan integrar el sistema de IA en tiempo real, lo que permitiría monitorear la actividad del Popocatépetl de manera más eficiente y confiable. “El reto es disminuir el tiempo entre el registro y el análisis. Hoy procesamos un mes de datos en una hora, pero queremos que esto funcione en vivo”, concluyeron.
Mostrar cómo se ve el volcán Popocatépetl por dentro, según la UNAM, representan un logro científico, sino también una herramienta valiosa para que autoridades de Protección Civil y gobiernos tomen decisiones más informadas para proteger a la población.
